El Prefecto de la Congregación para el Clero, Cardenal Claudio Hummes, ha calificado la pedofilia como "un crimen terrible"; reconoce que afecta un mínimo porcentaje de los sacerdotes y precisa que "no hay sitio en el ministerio sacerdotal para las personas que han cometido estos crímenes".
En una entrevista en Roma con la revista Vida Nueva recogida por Europa Press, el Purpurado señala que la Iglesia "no puede cerrar los ojos" ante este problema, al tiempo que recalcó que "no hay sitio en el ministerio sacerdotal para las personas que han cometido estos crímenes".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"La Iglesia no puede aceptar los casos de pedofilia; los culpables deben ser castigados tanto con las leyes civiles como con las canónicas", manifestó, aunque quiso dejar claro que la mayoría del clero "no tiene nada que ver con estos problemas".
Así, dijo que la Iglesia "debe reaccionar y no aceptar" que sea esta la imagen del sacerdote católico, formada, según dijo, "con un preconcepto negativo muy fuerte que humilla y hiere a la inmensa mayoría de los sacerdotes".
Además, el Cardenal Hummes aborda también la cuestión del celibato, que un porcentaje de sacerdotes "no respeta". En cualquier caso, insistió en que la mayoría de sacerdotes son "hombres dignos y honrados", que "se baten por la dignidad humana, por los derechos humanos, la justicia social y la solidaridad con los pobres".
Año Sacerdotal convocado por Benedicto XVI
Sobre el año sacerdotal convocado por Benedicto XVI, el Cardenal Hummes dice que "ha venido en un momento propicio" e insta a los sacerdotes a vivir su misión y vocación "en la cultura imperante de Occidente, que está en contra de la religión y considera que debe estar relegada a la esfera privada de la persona".
En cualquier caso, dijo que "no se debe demonizar la cultura actual y formar guetos"; por contra, apuesta por que esta sociedad "sea evangelizada, como ocurre con cualquier otra cultura".
"Tenemos que afrontarla con alegría, determinación, convicción y entusiasmo. Incluso el hombre y la mujer posmodernos y alejados de la religión pueden abrazar a Jesucristo", precisó,
Asimismo, el Cardenal espera que la celebración especial de este año sirva para que se eleven el número de vocaciones al sacerdocio. "Si somos capaces de ofrecer a los sacerdotes mejores condiciones para que sean más felices, los jóvenes que sienten la llamada del sacerdocio estarán más decididos", concluyó.