Cáritas Internacional hizo un llamado a la comunidad internacional con ocasión del Día Mundial de los Refugiados, que se celebra el 20 de junio, para que brinde más ayuda a las mujeres que han sufrido abusos en las guerras.
Según la entidad católica, "hay un fracaso colectivo por parte de los gobiernos para proteger a las mujeres y las niñas en situaciones de conflicto, que son víctimas de violación sexual y otras formas de violencia y explotación".
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Asimismo, explicó que "las mujeres y los niños representan casi la mitad de los desplazados internos y las poblaciones de refugiados en todo el mundo".
Por ejemplo, sostuvo, en Colombia las mujeres y las niñas enfrentan el abuso sexual, reclutamiento forzado y la explotación como mano de obra barata en medio del conflicto armado. Se estima que el 17.7 por ciento de las mujeres en Colombia que ha huido de su hogar, lo hizo por casos de violencia sexual.
En Sri Lanka, las mujeres y niñas que han huido del conflicto tienen miedo de llegar a los campamentos de refugiados porque "el hacinamiento de estos centros conduce a la falta de privacidad para las mujeres y las adolescentes. Esto crea un ambiente propicio para los abusos".
En la República Democrática del Congo, en los últimos tres meses se han registrado 463 casos de violación solo en Kivu del Sur, más de la mitad de la cifra registrada en todo el año 2008.
La jefe de servicios de migración de Cáritas Internacional, Martina Liebsch, explicó que "la humillación de las mujeres por medio de la violencia y el abuso es una característica común de los conflictos armados en todo el mundo de hoy. Las mujeres a menudo son las últimas en abandonar las zonas porque se quedan a cuidar de sus familias. Esto las hace vulnerables y las expone a la violencia".
"Los efectos de esta violencia son devastadores. Además de los daños físicos y psicológicos que la violación causa a la persona, también hay un grave riesgo de embarazo y de infección de VIH. Esto afecta a las familias, las comunidades y pueblos. Algunas nunca se recuperan totalmente de este atentado a su dignidad", indicó Liebsch.
Cáritas trabaja en zonas de conflicto en todo el mundo, proporcionando ayuda a las mujeres refugiadas y desplazadas, con alimentos, refugio, artículos de higiene, asesoramiento, formación y capacitación en medios de subsistencia.