El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile afirmó que el Año Sacerdotal que acaba de empezar es una ocasión para que los presbíteros aprendan "las virtudes propias de un pastor" siguiendo el ejemplo de San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars.
En una carta, los prelados reconocieron que las circunstancias en las que vivió el santo son distintas a las de ahora y que es "indispensable buscar nuevos modos de vida sacerdotal", pero "ciertamente el amor y la intensidad espiritual con que este gran santo vivió su sacerdocio siguen siendo un modelo muy válido para todos nosotros y para los jóvenes que se preparan al ministerio".
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El texto recordó que el Cura de Ars tuvo una vida de larga oración y penitencia, de amor tierno y filial a Santa María, de ayuda a sus hermanos sacerdotes y a quienes lo buscaban, así como una "devota celebración diaria de la Eucaristía".
Desafíos
En su carta, los obispos señalaron ser conscientes "de los grandes desafíos que hoy se presentan en la vida y ministerio de los presbíteros. Sabemos que hay quienes pasan por grandes tribulaciones y dificultades". A ellos, afirmaron, queremos "apoyarlos y expresarles nuestro cariño y preocupación de padres, hermanos y amigos".
Por ello, exhortaron a los sacerdotes a orar por quienes dejaron el ministerio, "por los hermanos sacerdotes ancianos, enfermos y sufrientes, para que el Señor los fortalezca en sus tribulaciones".
Finalmente, tras agradecer a Dios por el "don inmenso y inmerecido del sacerdocio", alentaron a los presbíteros a repasar los escritos de San Alberto Hurtado, porque ello "nos ayudará a volver a entusiasmarnos en la santa vocación y ministerio que el Padre Dios nos ha confiado".