El Obispo de Ciudad Altamirano, Mons. Maximino Martínez Miranda, al presidir la Misa de exequias del P. Habacuc Hernández Benítez, alentó a los fieles a rezar por este sacerdote y los dos seminaristas asesinados el pasado 13 de junio en Guerrero, y pidió también por la conversión de los homicidas.
En su homilía de la Eucaristía que celebró en el Seminario local el día de ayer, el Prelado resaltó que "como Iglesia Católica rechazamos rotundamente esta clase de actos que van en contra de la vida humana, el mejoramiento de la sociedad y la labor evangelizadora de un sacerdote que diariamente procura el bien de los demás".
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"No tenemos palabras para expresar nuestra preocupación y pena por el asesinato de nuestro querido 'Padre Cuco' como le decíamos, presbítero de nuestra querida Diócesis de Ciudad Altamirano", añadió.
Seguidamente Mons. Martínez recordó que el Padre Habacuc fue un modelo en cuanto a la vivencia de las bienaventuranzas e hizo un llamado "a la oración por el eterno descanso del P. Habacuc Hernández Benítez y por los responsables de este magnicidio para que el Señor transforme sus corazones que son de piedra en un corazón de carne".
Tras explicar que este sacerdote se desempeñaba como encargado de las vocaciones, tanto en la Diócesis de Ciudad Altamirano como en la Provincia de Acapulco, el Prelado recordó que "se distinguía por su espíritu de caridad con los más necesitados, entrega pastoral, inteligencia, entrega a los demás y su dedicación por las vocaciones".
"Que Dios asocie a sus santos y elegidos al padre Habacuc junto con sus dos discípulos: Eduardo y Silvestre (los dos seminaristas abatidos con el sacerdote), que ellos gocen ahora de su presencia y que este acontecimiento sea para fortalecer nuestra fe", concluyó.