MÉXICO D.F.- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió ayer por la tarde un comunicado en el que condenó enérgicamente el asesinato de un sacerdote y dos seminaristas perpetrado en la ciudad de Arcelia, estado de Guerrero.
En el comunicado los prelados mexicanos enviaron sus "condolencias a Mons. Maximino Martínez Miranda, Obispo de Ciudad Altamirano, al Seminario y las familias que sufren esta pena y la irreparable pérdida de sus seres queridos".
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Asimismo, expresaron su condena "también la violencia que está azotando a nuestro país y exigimos a las autoridades correspondientes, de todos los niveles de gobierno, realicen una pronta investigación y encuentren a los responsables de este cobarde crimen".
"Desde nuestra fe, manifestamos la certeza de que el Padre Habacuc Hernández, responsable de vocaciones y los seminaristas Eduardo Oregón Benítez y Silvestre González, gozan ya en la presencia del Padre celestial", añaden en el texto firmado por el Secretario General de la CEM, Mons. Leopoldo González.
Finalmente pidieron a "toda la Iglesia unirnos en oración por la Diócesis, el Seminario y las familias para que el Señor les dé fortaleza y pronto consuelo".