El Arzobispo de Denver, Mons. Charles Chaput, llamó a las nuevas autoridades y ciudadanos a trabajar por una reforma migratoria integral que resuelva "nuestras necesidades económicas y de seguridad, pero que también regularice el estatus de muchos inmigrantes indocumentados decentes que contribuyen al crecimiento de nuestra sociedad".
En un reciente encuentro que forma parte del recorrido nacional Familias Unidas, el Prelado reafirmó el compromiso de la Iglesia con la dignidad del inmigrante, que "viene exactamente de la misma raíz que nuestro compromiso con la dignidad de los niños no nacidos", pues "todo católico que verdaderamente entiende su fe, sabe que el derecho a la vida precede y es el fundamento de cualquier otro derecho humano".
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Sin embargo, advirtió que "el estar a favor de la vida significa también que tenemos que asegurarnos de que haya leyes y políticas que protejan a aquellos que ya nacieron pero que nadie más defenderá".
Mons. Chaput señaló que el debate sobre la reforma migratoria es un tema que quedó trabado por más de tres años debido a las posturas de republicanos y demócratas, "por lo tanto debemos resolverla de la misma manera, involucrando a personas de los dos partidos o incluso sin partido, o aquellos que tienen convicciones distintas".
El Arzobispo de Denver recordó que los migrantes son en su gran mayoría personas que buscan un futuro mejor para sus familias. Indicó que la Iglesia respeta las leyes, incluyendo las de inmigración, y no promueve ni ayuda a nadie a que rompa la ley.
Sin embargo, "no podemos ignorar a las personas en necesidad y no nos callaremos ante leyes que no funcionan – o antes leyes que en su implementación crean contradicciones y sufrimiento". Mons. Chaput señaló que pese al acalorado debate, "aun nos encontramos en medio de un sistema de inmigración que no sirve a nadie".
Tras señalar que la actual crisis de inmigración "es una prueba a nuestra humanidad", el Prelado afirmó que "nos convertimos en lo que hacemos, para bien o para mal", por lo que llamó a los estadounidenses a participar "vigorosa y desinteresadamente en el trabajo para se apruebe una reforma a las leyes de inmigración", porque "el futuro de nuestro país depende de ello".