Al recibir el mediodía del sábado a los miembros de la Fundación Centesimus Annus-Pro Pontífice, el Papa Benedicto XVI exhortó a que sus trabajos "inspirándose en los principios eternos del Evangelio, elaboren una concepción de la economía moderna respetuosa de las necesidades y los derechos de los débiles".
El Santo Padre resaltó que esta reunión "asume un significado y un valor especial teniendo en cuenta la situación que vive en estos momentos la humanidad", ya que "la crisis financiera y económica en los países industrializados, los emergentes y los que están en desarrollo, demuestra que hay que replantearse algunos paradigmas económico-financieros dominantes en los últimos años".
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Asimismo se congratuló por el trabajo que la Fundación ha llevado a cabo para "individuar cuales son los valores y las reglas a los que debe atenerse el mundo económico para poner a punto un modelo de desarrollo más atento a las exigencias de la solidaridad y más respetuoso de la dignidad humana".
En particular, Benedicto XVI se refirió al examen de "las interdependencias entre instituciones, sociedad y mercado partiendo, de acuerdo con la encíclica Centesimus annus de Juan Pablo II, de la reflexión por la que la economía de mercado entendida como 'sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de producción, de la libre creatividad humana en el sector de la economía', puede reconocerse como medio de progreso económico y civil solamente si se orienta hacia el bien común".
Pero esa visión, recordó el Pontífice, debe ir acompañada de la reflexión según la cual "la libertad en el sector de la economía debe enmarcarse en un sólido contexto jurídico que la ponga al servicio de la libertad humana integral, (...) una libertad responsable cuyo centro es ético y religioso".
Finalmente el Papa reiteró que "dentro de poco se publicará mi encíclica dedicada al vasto tema de la economía y del trabajo, que resaltará cuales son, para nosotros, los cristianos, los objetivos que hay que perseguir y los valores que hay que promover y defender incansablemente para lograr una convivencia humana realmente libre y solidaria".