El Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, Mons. Zygmunt Zimowski, pidió un “código de ética común” entre países ricos y pobres para evitar que la crisis económica siga afectando los programas de asistencia, cuyas víctimas directas son los niños indefensos y otros miembros de las comunidades más necesitadas.
En un mensaje dirigido a la 62º Asamblea Mundial de la Sanidad, celebrada en Ginebra, el Prelado señaló que “no podemos permitir que esos niños indefensos, sus padres y los otros adultos de las comunidades más pobres del mundo sean cada vez más vulnerables debido a la crisis económica global, ampliamente alimentada por el egoísmo y la codicia”.
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El texto, dado a conocer por la Sala de Prensa de la Santa Sede, señaló que la crisis está provocando la cancelación de programas de asistencia externa a los países en vías de desarrollo. “Ello pondrá dramáticamente en peligro sus sistemas sanitarios, que están ya en el colapso por la fuerte incidencia de las enfermedades endémicas, epidémicas y virales”, advirtió.
Mons. Zimowski indicó que las carencias en el sistema sanitario repercuten en el desarrollo de los niños, que no alcanzan su pleno potencial debido a las grandes diferencias existentes.
Por ello llamó a una “decidida acción” dirigida a prevenir las enfermedades y sanar a los niños, utilizando para ello los nuevos descubrimientos de la medicina y las mejoras de las condiciones higiénico-sanitarias.