Algunos grupos evangélicos anunciaron que saldrán a las calles el próximo jueves 11 de junio para exigir al Gobierno la que llaman una “ley justa de igualdad religiosa” que cambie las relaciones del Estado Peruano y la Iglesia Católica.
“Las confesiones no católicas, se unen una vez más en una marcha extremadamente pacífica para pedir a los gobernantes que el Estado no discrimine y brinde preferencias a una determinada religión, en desmedro de otras. Buscan también, un trato igualitario que significa que las prerrogativas y beneficios que tiene la Iglesia Católica – sin ninguna razón – sean gozados y compartidos por las demás confesiones”, indican en la convocatoria.
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La marcha recorrerá el centro histórico de Lima y es organizada por la Unión Nacional de Iglesias Evangélicas del Perú, la Confraternidad de Pastores Evangélicos, la Fraternidad Internacional de Pastores Cristianos, el Movimiento Nacional de Oración, el Movimiento Misionero Mundial, las Iglesias Alianza Cristiana y Misionera y otras organizaciones cristianas de todo el Perú.
Sin embargo, la iniciativa ha causado división entre estos grupos. el Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP), que dice representar “a las iglesias evangélicas del país, ante el Estado y la sociedad peruana”, anunció su decisión de no participar en la marcha por “razones de estrategia” aunque asegura estar de acuerdo con el pedido de los manifestantes.
En un comunicado, el CONEP informa que hay dos proyectos de ley sobre libertad e igualdad religiosa en la Comisión de Constitución del Congreso de la República. “La lentitud con la que esta Comisión ha atendido estos proyectos, parece indicar que en los legisladores no hay voluntad para aprobar el dictamen y pasar al pleno del Congreso. Aun si pasara, parece no haber condiciones para su aprobación. Hay que tener presente que la actual legislatura está por concluir”, sostiene el Concilio.