El Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, Mons. José María Arancedo, consideró necesario que el ciberespacio “sea iluminado por una cultura que diga referencia al mundo de la verdad, la belleza y el bien, como expresión de la riqueza y dignidad profunda del hombre”.
El Prelado recordó que el Papa Benedicto XVI advierte en su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que “no hay que dejarse engañar por quienes sólo buscan, a través de estas nuevas tecnologías, consumidores ‘en un mercado de posibilidades indiferenciadas, donde la elección misma se presenta como el bien, la novedad se confunde con la belleza y la experiencia subjetiva suplanta a la verdad’”.
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“Desde esta perspectiva el uso de las nuevas tecnologías de comunicación, que nos introducen en la llamada generación digital, nos comprometen a promover una ‘cultura de respeto, diálogo y amistad’. Como toda obra humana, el mundo de la comunicación digital, pertenece al ámbito de la ética que da sentido y responsabilidad a su ejercicio”, recordó en su alocución radial.
Tras exhortar a quienes se ocupan de la producción y difusión de los nuevos medios a “comprometerse a respetar la dignidad y el valor de la persona humana”, subrayó que el Pontífice sostiene con “la fuerza de una denuncia” que “quienes las usan deben evitar compartir palabras e imágenes degradantes para el ser humano, y excluir por tanto lo que alimenta el odio y la intolerancia, envilece la belleza y la intimidad de la sexualidad humana, o lo que explota a los débiles e indefensos”.
“Aquí adquiere un valor fundamental la formación ética de quien emite y la capacidad crítica del que recibe estos mensajes y es capaz de discernir. La educación, como ámbito del desarrollo moral y espiritual del hombre, es clave para afrontar este nuevo estadio de la humanidad del que somos protagonistas pero también responsables de su futuro. Hay un mundo que nace de nuestras manos”, concluyó.