El Arzobispo de Mercedes Luján, Mons. Agustín Radrizzani, pidió a los argentinos elevar la solidaridad al rango de "virtud social" y comprometerse en la búsqueda del bien común.
Al celebrar el Te Deum del 25 de mayo, Mons. Radrizzani recordó que "el bien común de una nación es un bien superior, anterior a todos los bienes particulares o sectoriales, que une a todos los ciudadanos en pos de una misma empresa, a beneficio de todos sus integrantes y también de la comunidad internacional. No puede ser parcializado, dividido, ni privatizado".
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Tras explicar que "la construcción del bien común se verifica en la promoción y defensa de los miembros más débiles y desprotegidos de la comunidad", el Arzobispo recordó que en situaciones difíciles los argentinos nos mostramos solidarios. Por ejemplo, cuando sufrimos catástrofes naturales".
"Las repetidas crisis político-sociales quizás habrían acabado con nosotros si no hubiésemos sido solidarios. Es admirable cómo, en situaciones límites, nacen formas impensadas de solidaridad, especialmente en el pueblo humilde", indicó.
Sin embargo, señaló que "la solidaridad necesita un crecimiento sustancial en orden a afianzar la conciencia ciudadana y la responsabilidad de todos por todos. La solidaridad expresa la solidez moral de una comunidad cuando, superando el sentimiento superficial, llega a elevarse hasta el rango de virtud social".
"No se trata, tan sólo, de que crezca la cantidad de donativos para aliviar los males de otros ante acontecimientos dolorosos. Se trata, principalmente, de llegar personal y comunitariamente a la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos", agregó.