En menos de 30 años, España ha perdido más de tres millones de jóvenes, según informa el Instituto de Política Familiar (IPF) y advierte que éste es el país de la Unión Europea que más rápidamente pierde juventud.
Según Eduardo Hertfelder, presidente del IPF la "política nefasta" a favor del control natal, tiene "resultados catastróficos" en la población española que padece "una auténtica sangría de jóvenes".
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"Se ha producido una pérdida de más de 3 millones de jóvenes de menos de 14 años en los últimos años, de manera que la población juvenil española ha pasado de ser casi 10 millones en el año 1981 a tan solo 6,6 millones en el 2008. Y ésta caída hubiera sido aún mayor –de casi 4 millones de jóvenes– si no es por la inyección de juventud inmigrante que ha atenuado levemente esta caída", informa el instituto.
Según los expertos del IPF, "es la consecuencia lógica de la nefasta política sobre la familia que han llevado las administraciones en general y este Gobierno en particular. El hecho de que España sea el país de la Unión Europea que menos ayuda a la familia, con unas cantidades ridículas (24 euros al mes por hijo a cargo), muy por debajo de la media europea (125 euros por mes) y con unos límites de ingresos tan grandes que hace que el 90% de las familias no pueden acceder a estas cantidades ridículas, está provocando el que cada vez haya menos natalidad y por consiguiente el descenso de juventud".