Al presidir la Eucaristía en la Basílica de San Pablo de Extramuros, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, recordó que el Apóstol de Gentes "se convirtió en necedad y escándalo, en un testimonio de la entrega del propio yo, entregando su vida con fidelidad y alegría".
En su homilía de la Misa que celebrara el lunes 18 de mayo por la tarde, luego de que el Papa Benedicto XVI recibiera a los obispos peruanos en visita ad limina en la que les dirigió un mensaje, el Purpurado resaltó el ejemplo de vida de San Pablo como fiel discípulo del Señor sigue interpelándonos a todos.
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"Pablo fue conquistado por el amor de Cristo para luego ser enviado por Él, quien lo impulsa continuamente a la misión y así se convierte en el campo de batalla contra el propio yo llevándolo a dar su vida, como supremo testimonio de su Señor", aseguró el Cardenal Cipriani.
Al recordar la visita ad limina de los obispos que se enmarca en la celebración del Año Paulino dedicado al Apóstol San Pablo, el Arzobispo de Lima elevó junto con todos los prelados oraciones "para que Cristo, el Supremo Pastor, lo proteja y le siga concediendo fortaleza par guiar a la Iglesia universal".
Al finalizar la Misa, los Obispos peruanos reunidos rezaron ante la tumba del Apóstol que se encuentra en la Basílica de San Pablo de Extramuros.
A la Eucaristía asistieron el Embajador de Perú ante la Santa Sede, Alfonso Rivero; el Embajador de Perú en Italia, Rafael Rey; el Cónsul del Perú en Italia, Amador Velásquez así como un numeroso grupo de religiosas y peruanos residentes en Roma.