El Presidente Emérito de la Pontificia Academia para la Vida, Mons. Elio Sgreccia, señaló que "los temas sobre los que el mundo católico intenta dar su contribución son temas no definidos como preceptos religiosos; son temas que tienen que ver con los derechos fundamentales del hombre, como el derecho a la vida y su respeto, los derechos que tienen que ver con la unidad del matrimonio y la familia".
El Prelado responde así al Presidente del Parlamento italiano, Gianfranco Casini, quien había señalado que "el Parlamento debe hacer leyes no orientadas por preceptos religiosos". En su respuesta, Mons. Sgreccia precisa además que estos temas "no son preceptos religiosos, sino que están inscritos en la naturaleza humana, son defendidos con la razón y están inscritos además en la Constitución".
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Al contestar a las preguntas de Apcom, el Presidente Emérito recuerda que "los católicos no buscan nunca que se hagan leyes basadas únicamente en preceptos religiosos, como ir a Misa, por ejemplo. Estos temas sobre los que se discute son todos calificables como derechos fundamentales de las personas".
Sin embargo, precisa luego el Obispo, "el hecho de que sean los católicos quienes los defienden (estos derechos inviolables como el derecho a la vida) no hace que estén menos cargados de valor humano o que la defensa de los católicos tenga una racionalidad menor. A nosotros la fe nos conforta en la argumentación racional, pero no sustituye nunca la razón humana".
Tras exhortar a Fini "a la calma y la ponderación", el Prelado comenta que las tensiones que se experimentan en la escena política con respecto a estos temas fundamentales "oscurece a veces la claridad nacional y se debe a la pasión política, a la excesiva polémica de los partidos, a los que el mundo de la Iglesia no quiere añadir razones para la ruptura. Pero esta conflictividad, no debe hacer de algún modo que se tenga una consideración menor sobre la gravedad de las cuestiones de la bioética".
Finalmente el Presidente Emérito de la Pontificia Academia para la Vida precisa que "no ha de alzarse vallas ante los católicos porque tenemos todas las cartas en regla para defender la familia contra la eutanasia o contra la gravedad del aborto".