En su discurso en la visita de cortesía al Presidente de Israel, Shimon Peres, el Papa Benedicto XVI hizo un especial llamado a los habitantes de Tierra Santa a trabajar por la seguridad y la paz en la región, que son sellados por "la conversión de los corazones".
En el Palacio Presidencial, el Santo Padre señaló al iniciar su discurso que "mi peregrinación a los santos lugares es de oración por el precioso don de la unidad y la paz para el Medio Oriente y toda la humanidad. De hecho, rezo cotidianamente para que la paz nacida de la justicia regrese a Tierra Santa y a toda la región, trayendo la seguridad y la renovada esperanza para todos".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Luego de exhortar a los líderes religiosos presentes en la residencia el mandatario a ser testimonio de que "el Todopoderoso está presente y puede ser conocido incluso cuando parece estar fuera de nuestra vista", el Santo Padre los instó a "ser conscientes de que cualquier división o tensión, cualquier tendencia a la introversión o a la suspicacia entre los creyentes o entre nuestras comunidades, puede llevar fácilmente a la contradicción que oscurece la unidad del Todopoderoso, traiciona nuestra unidad y contradice a Aquel que se revela como ‘abundante de amor y fidelidad’".
Seguidamente alentó a estos líderes a "hacerse la resolución de asegurar a través de la enseñanza y la guía de nuestras respectivas comunidades para asistir así a los creyentes para que lo sean verdaderamente, conscientes siempre de la infinita bondad de Dios, la inviolable dignidad de toda persona humana y la unidad de toda la familia humana".
El Santo Padre explicó luego que las Sagradas Escrituras "nos presentan un entendimiento de lo que es seguridad. De acuerdo a la usanza judía la seguridad –batah– surge de la confianza y se refiere no solamente a la ausencia de amenazas sino también al sentimiento de calma y autoconfianza. En el libro del profeta Isaías leemos sobre un tiempo de bendición divina". "La seguridad, la integridad, la justicia y la paz. En el designio de Dios para el mundo, estas son inseparables. Lejos de ser simplemente productos del esfuerzo humano, son valores que surgen de las relaciones fundamentales de Dios con el hombre, y son patrimonio común en el corazón de cada individuo", precisó.
Benedicto XVI explicó después que los "líderes cívicos y políticos deben asegurar una justa y adecuada seguridad para las personas por quienes han sido elegidas para servir. Este objetivo forma parte de la correcta promoción de los valores comunes a la humanidad y por ello no pueden entrar en conflicto con la unidad de la familia humana".
Los auténticos valores, dijo, "y metas de la sociedad, que siempre resguardan la dignidad humana, son indivisibles, universales y interdependientes". Por ello, "no puede ser satisfechos cuando caen en intereses particulares o son convertidos poco a poco en mera política. El verdadera interés de una nación siempre debe buscar la justicia para todos".
Luego de reiterar entonces, que la "seguridad duradera es un asunto de confianza, nutrida en la justicia e integridad y sellada a través de la conversión de los corazones que nos hacen mirar a los otros a los ojos, y reconoce allí al 'tú', como mi igual, mi hermano, o mi hermana", Benedicto XVI se dirigió a las familias de Israel:
"¿Qué padres alguna vez han querido la violencia o la desunión para sus hijos o hijas? ¿Qué fin político humano puede servirse del conflicto y la violencia? Escucho el llanto de quienes viven en esta tierra pidiendo justicia, paz, respeto por su dignidad, por la seguridad duradera, una vida cotidiana libre del temor de las amenazas externas y la violencia sin sentido".
"Sé –concluyó– que un considerable número de hombres y mujeres jóvenes están trabajando por la paz y la solidaridad a través de programas culturales e iniciativas compasivas, son lo suficientemente humildes para personar y tienen el valor de luchar por su sueño que es su derecho".