Mons. Giacinto Boulos Marcuzzo, Obispo Auxiliar de Jerusalén, señaló en una reciente entrevista que el Papa Benedicto XVI, que inicia su histórico viaje a Tierra Santa este viernes, va a los santos lugares "para confirmar a sus hermanos en la fe, enraizar la presencia cristiana y reforzar nuestras relaciones con los otros".
En diálogo con la revista L'Azione recogido por la agencia italiana SIR, el Prelado explicó que "ahora, todavía tenemos muchos problemas, es un momento menos violento que otros. La prueba está en el gran número de peregrinos que visitan nuestra tierra. Hay un clima de no violencia".
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Por eso, explicó, "la visita del Papa podría contribuir a mejorar la atmósfera y la confianza entre israelíes y palestinos".
Tras destacar el equilibrio de las visitas del Pontífice a las autoridades de los distintos estados de Tierra Santa, el Obispos resaltó que "para nosotros no es el aspecto oficial-diplomático el más importante, para nosotros cuenta sobre todo los aspectos pastorales (la visita a las iglesia locales), espirituales (la peregrinación a los santos lugares), interreligiosos y ecuménicos".
Al hablar de los preparativos para la Eucaristía que el Santo Padre presidirá en Nazaret, ciudad de la que es responsable pastoralmente, Mons. Marcuzzo relató que "ha tomado tiempo la preparación del lugar de la Misa a campo abierto: una pequeña colina, desde la cual se ve un bello panorama sobre toda la baja Galilea, hasta el Golan y Jordania. Detrás del altar del Papa se podrá ver Nazaret como en una postal. Habrá lugar para unas 40 mil personas".
En referencia luego a las relaciones entre la Iglesia Católica y el judaísmo, el Prelado comentó que "las circunstancias que han provocado tensiones, si bien son importantes, no son esenciales para el diálogo. El hecho mismo de que se haga este peregrinaje y existan estos encuentros ayudará a calmar las aguas en nuestras relaciones. La visita del Papa mostrará lo cercanos que son los cristianos y judíos".