En su mensaje final tras la conclusión hoy de su 87º Asamblea Plenaria, la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) hizo un llamado a la "paz basada en la verdad, la reconciliación, el perdón y la concordia" ante el clima de violencia e inseguridad actual del país.
En el texto titulado "Ustedes serán mis testigos... hasta los confines de la tierra", los prelados bolivianos recuerdan primeramente que ya se ha puesto en marcha en Bolivia la Misión Permanente, en la que "el Señor confía este encargo a todos los bautizados y comunidades eclesiales, en el ambiente donde cada uno vive, en la familia, en el trabajo y en las organizaciones sociales".
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Seguidamente los obispos recuerdan la necesidad de que los fieles laicos no teman "dar un testimonio claro de su fe en Dios, que guía los destinos de cada persona y de toda la sociedad".
Tras recordar que están de acuerdo con un Estado laico en donde se "respete el derecho de elección y el ejercicio de la religión, la consecuente aportación a la vida social y la recíproca autonomía entre Iglesia y Estado", los obispos de la CEB reiteran que seguirán "sirviendo a los hermanos y sectores más pobres y vulnerables", a través de las distintas obras de la Iglesia Católica en el país.
Luego de denunciar el actual clima de "creciente incertidumbre e inseguridad, a causa de la violencia, la agresividad, la falta de respeto a la vida y a la dignidad de las personas y sus pertenencias, el desprecio a la normatividad institucional: hechos de los que somos testigos casi a diario", los prelados recordaron el reciente atentado contra el Cardenal Terrazas y agradecieron las distintas muestras de solidaridad, especialmente la del Papa Benedicto XVI.
Ante estas agresiones los obispos de Bolivia destacan la urgencia de "instaurar un clima de serenidad y transparencia, en espíritu democrático y con un dialogo constructivo, de manera particular teniendo en cuenta que estamos entrando en el proceso que culminará con las elecciones políticas de fin de año".
"El pueblo –concluyen– espera que este acontecimiento, tan importante para la vida del país, no sea perturbado por el engaño y la mentira, la confrontación violenta y los insultos y los intereses particularistas en contra del bien común".