Al finalizar el rezo del Regina Coeli desde Castelgandolfo, el Papa Benedicto XVI alentó a realizar las acciones necesarias para "poner fin a toda forma de racismo, discriminación y de intolerancia".
Al referirse a la Conferencia de examen de la Declaración de Durban de 2001 contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la relativa intolerancia, organizada por Naciones Unidas, que comienza hoy lunes en Ginebra, el Papa destacó que "se trata de una iniciativa importante porque aún hoy, a pesar de las enseñanzas de la historia, se registran estos fenómenos deplorables".
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La Declaración de Durban, continuó, "reconoce que 'todos los pueblos y las personas forman una familia humana, rica en diversidad, que han contribuido al progreso de la civilización y de las culturas que constituyen el patrimonio común de la humanidad. La promoción de la tolerancia, del pluralismo y del respeto puede conducir a una sociedad más inclusiva'".
Por ello, precisó Benedicto XVI, "se requiere una acción firme y concreta, a nivel nacional e internacional, para prevenir y eliminar toda forma de discriminación y de intolerancia. Es necesaria, sobre todo, una vasta obra de educación, que exalte la dignidad de la persona y tutele sus derechos fundamentales".
Seguidamente el Papa resaltó que "la Iglesia, por su parte, reafirma que sólo el reconocimiento de la dignidad del ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, puede constituir una referencia segura para este empeño. Desde este origen común, de hecho, brota un destino común de la humanidad, que debería suscitar en cada uno y en todos un fuerte sentido de solidaridad y de responsabilidad".
Finalmente el Santo Padre hizo votos para que "los delegados presentes en la Conferencia de Ginebra trabajen juntos, con espíritu de diálogo y de acogida recíproca, para poner fin a toda forma de racismo, discriminación e intolerancia, marcando así un paso fundamental hacia la afirmación del valor universal de la dignidad del ser humano y de sus derechos, en un horizonte de respeto y de justicia para toda persona y pueblo".
Benedicto XVI regresó ayer por la tarde al Vaticano, dando por finalizado el período de descanso transcurrido en Castelgandolfo.