El Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Mons. Rubén Salazar Gómez, reiteró que la Iglesia Católica se preocupa por la política entendida como la búsqueda del bien común de las personas, pero no por intervenir en lo que tiene que ver con apoyar o no programas y partidos políticos en particular.
En declaraciones a diversos medios radiales, el también Arzobispo de Barranquilla explicó que la Iglesia "tiene el derecho y el deber de intervenir" en política, cuando ésta se refiere a "procurar el bien común para el país".
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Asimismo precisó que la Iglesia en cambio "cometería un gravísimo error" al intervenir en la política, cuando ésta se asume como respaldar programas y candidatos particulares.
En declaraciones a La W Radio, el Prelado reiteró que la preocupación de la Iglesia en el campo político se refiere a "lo que le conviene al país por encima de coyunturas y personas", e hizo un llamado a "despersonalizar el debate político".
El Arzobispo instó luego a través de la FM Radio a que el Presidente Álvaro Uribe defina si aspira o no a ser reelegido. "Que se sitúe ya como un candidato más, si quiere reelección que lo anuncie y corra con todo, como un candidato más", dijo.
Seguidamente el Prelado comentó que quienes critican a la Iglesia por hacer pronunciamientos sobre política están errados. "Claro que debemos guiar, la Iglesia es la luz del mundo y la sal de la tierra. Si los colombianos deciden que debe haber una segunda reelección ¡pues bien! Solo mostramos el camino.. es nuestra obligación", precisó el Arzobispo.
Con respecto a las declaraciones del Ministro del Interior Fabio Valencia, quien dijo que en "la Iglesia, tienen cargos de por vida", el Presidente del Episcopado colombiano respondió categóricamente: "está equivocado el ministro, es un despropósito la comparación".
Sobre este punto, el Secretario General del Episcopado, Mons. Fabián Marulanda, precisó que "la Iglesia no es una democracia" y recordó que el Papa y los Obispos no son elegidos por la gente.
Este Prelado dijo también que la posición expresada por algunos prelados "no es un juicio para descalificar al Presidente Uribe", sino que se hace "desde el punto de vista del bien común".