Mons. Vicente Jiménez Zamora, Obispo de Santander (España), destacó que la posición de la Iglesia no es "en contra" del aborto o la eutanasia, sino que consiste en un firme sí a la vida en todos sus aspectos.
Durante una entrevista en Radio Nacional de España en Cantabria, el Prelado señaló que "el pensamiento cristiano tiene que impregnar desde la luz del Evangelio los valores predominantes, las líneas del pensamiento y los modelos conformadores en la sociedad".
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El Obispo explicó además que la presencia en la vida pública no es sólo en la política, sino que la entiende de una forma "más amplia que la vida política de los partidos".
Mons. Jiménez Zamora señaló luego que los mensajes de la Iglesia contra el aborto o la eutanasia son "en positivo", porque "en realidad lo que se está diciendo es sí a la vida, que es un don que hay que promover".
Para el Prelado cántabro, la Iglesia "condena el atentado contra la vida desde que hay vida humana", es decir, desde el momento de la concepción. Pero añadió que la Iglesia también "insiste en la condena al hecho de que la vida nacida tampoco está bien tratada, con fenómenos como la explotación infantil, los abusos sexuales o la esclavitud infantil".
El Obispo de Santander señaló como ejemplo que él ha escrito cartas pastorales contra la esclavitud infantil, y que se adhiere a la propuesta de que la fecha del 16 de abril se declare el Día contra la Esclavitud Infantil, en conmemoración de la muerte del niño pakistaní Iqbal Mashib, católico, por defender a los niños esclavos.
Por tanto, "el mensaje de la Iglesia a favor de la vida es claro y se extiende a la vida nacida, de forma que se rechaza que el niño sea objeto de malos tratos, abusos sexuales o trabajos que le impidan su educación".
Mons. Jiménez Zamora recordó que la celebración de la Pascua supone que Cristo "ha vencido a la muerte y el pecado", que se manifiesta "en las situaciones de injusticia y de atentado contra la vida y la dignidad".
"Cristo glorioso resucitado es el que nos da razones para vivir, esperar, sufrir y gozar, porque el Domingo de Pascua es un día de luz, de paz y esperanza", agregó.