El Vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua, el magistrado Rafael Solís, señaló que existiría un borrador de sentencia para despenalizar el aborto en Nicaragua y, para sorpresa de muchos, arguyó que la iniciativa tendría el apoyo de uno de los discursos del Papa Benedicto XVI en Angola.
La publicitada sentencia se relaciona a la demanda que presentaron algunas agrupaciones feministas para declarar inconstitucional la ley que prohibió en octubre de 2006 el aborto terapéutico.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Solís declaró a Noticias 12 que el borrador de la sentencia instauraría el eufemístico "aborto terapéutico" en Nicaragua. "Hay que ver si en casos de enfermedad de la mujer se le da prioridad a la mujer para que salve su vida, que es lo que dijo la semana pasada en África el Papa", dijo.
Sin embargo el Papa Benedicto XVI no habló sobre este tipo de aborto en África y aparentemente Solís está adjudicando al Pontífice, las declaraciones que hizo el Director de la Sala de Prensa del Vaticano, P. Federico Lombardi, sobre el mismo tópico.
El sábado 21 de marzo el P. Lombardi explicó desde Angola, tras una clara condena del Santo Padre al aborto, que "Benedicto XVI no ha dicho que haya que rechazar el aborto indirecto, sólo se ha expresado contra los programas de salud reproductiva que defienden el aborto como medio de control de la natalidad". Las declaraciones del vocero fueron malinterpretadas por un sector de la prensa que las difundió como un cambio de posición de la Iglesia en cuanto al aborto terapéutico.
Sobre este asunto, ACI Prensa conversó con Mons. José Antonio Eguren, Presidente de la Comisión de Vida y Familia de la Conferencia Episcopal Peruana, quien explicó que el aborto indirecto no es igual al aborto terapéutico.
Mons. Eguren precisó que "el Papa durante su viaje a África ni cambió ni amplió la doctrina de la Iglesia sobre el aborto. El P. Federico Lombardi –no el Papa– señaló que la Iglesia no condena el aborto indirecto. Este aborto es cuando la muerte del no nacido se produce como consecuencia de una acción médica que busca un objetivo completamente distinto al de impedir su nacimiento. Este caso moral, totalmente excepcional, no tiene nada que ver con el llamado 'aborto terapéutico', que tanto para la doctrina católica como para el sentido común simplemente no existe: el aborto nunca es curación de nada".
"Hoy en día –continuó– la medicina prácticamente no encuentra situaciones en las que se requiere optar entre la salud de la madre o del hijo, y por tanto, este tipo de aborto no es sino una excusa para la legalización en nuestros países de este acto que es intrínsecamente perverso, es decir, siempre moral y médicamente injustificable."
"Quien quiera que trate de utilizar las palabras del P. Lombardi para justificar el aborto lo está haciendo como consecuencia de una ignorancia suprema o una calculada mala intención para lograr objetivos ideológicos específicos", concluyó el Arzobispo.