En una entrevista concedida a Radio Vaticana, el Prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos, Mons. Angelo Amato, explicó algunos detalles de la causa de beatificación del Siervo de Dios Juan Pablo II, cuyo cuarto aniversario de su tránsito a la Casa del Padre se recuerda este 2 de abril.
El Prelado indicó al comenzar la entrevista que "la causa del gran Siervo de Dios recibió una gran aceleración cuando el 9 de mayo de 2005 el Santo Padre Benedicto XVI la dispensó de los 5 años previstos para su introducción. Esto ha hecho que la causa vaya por un curso preferencial, que la hará avanzar de manera expedita".
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Al contestar luego una pregunta sobre si esta situación pondría al Papa peregrino ya pronto a la beatificación, el Prefecto precisó que "tratándose de un causa de un Papa tan conocido y amado, lo expedito del asunto obliga a una gran precisión metodológica y de contenido, respetando los procedimientos previstos. Expedito no significa prisa o superficialidad, sino al contrario, implica solicitud y profesionalismo".
Al referirse luego al estado actual de la causa, Mons. Amato indicó que "como ustedes saben, el proceso diocesano concluyó felizmente en mayo de 2007. Se pudo así llevar y consignar a la Congregación de las Causas de los Santos a fines de noviembre de 2008 la llamada Positio, para el primer examen de los consultores teólogos. Superado este examen –y no podemos prever un tiempo preciso para el mismo– la causa pasará al juicio de la Sesión Ordinaria de los Cardenales y Obispos, para llegar finalmente a la decisión del Santo Padre para el decreto de Venerabilidad".
Asimismo, continuó, "el presunto milagro es sometido a procedimiento preciso, anterior al siguiente paso: el parecer de dos peritos médicos, el examen colegial de la consulta médica, el examen de los teólogos y la Sesión Ordinaria de los Cardenales y Obispos. El resultado se refiere al Santo Padre para su decisión final. Concluido este procedimiento –que repito, por respeto a la grandiosa figura del Siervo de Dios debe ser hecho de modo particularmente preciso– se podrá evaluar una eventual fecha para la beatificación".
El Prefecto dijo luego, comentando la expectativa de toda la Iglesia por el avance de esta causa, que ésta también la comparte "el Santo Padre Benedicto XVI y nuestra Congregación. Por ello procedemos con comprensible solicitud. Juan Pablo II con su existencia y con el magisterio de Sumo Pontífice sigue iluminando a la Iglesia con su grandeza. Pero sobre todo sigue inspirando en todos los fieles, sobre todo en lo jóvenes, propósitos de santidad y apostolado".
Por ello, continuó el Prelado, "la espera por su beatificación es entonces un momento propicio para promover la conversión de todos los fieles a la Buena Nueva del Evangelio de Jesús".
"Su famoso lema mariano 'Totus tuus' (Todo tuyo) –finalizó– sigue suscitando en nuestros corazones un seguimiento de Cristo, guiado por la mano maternal de María, la madre de la Iglesia y la madre de los santos. Que este tiempo de espera sea un tiempo de fervor espiritual, de oración y de apostolado misionero".