El Arzobispo de Mérida y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Mons. Baltasar Porras, instó a que el gobierno se abra al diálogo con la oposición y todos los sectores de la sociedad, pues cerrarse a ello es "negar un principio fundamental de la democracia que es hablar y conversar con quien toca y no con quien uno quiere o escoja".
Tras el referendo que ha aprobado la reelección presidencial indefinida y en entrevista concedida a Terra Magazine, el Arzobispo señaló que "ningún gobierno a cualquier nivel que esté puede tratar el bienestar de la sociedad si no toma en cuenta a todos los sectores de la sociedad, empezando por aquellos que forman parte del propio poder ejecutivo, a nivel de gobernadores y alcaldes".
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"Tampoco se puede imponer –continuó– una única manera de pensar y actuar, pues esto lleva a un incremento de la confrontación que solo se traduce en menor bienestar, tranquilidad y seguridad para toda la ciudadanía. Hay que tener constancia, valor y gran creatividad para poder forzar el que este diálogo y entendimiento se dé".
Para el Prelado, "una democracia no se puede concebir como algo vertical, como un cuartel en el que solamente se giran órdenes y se ejecutan. El desbarajuste que existe y la falta de relaciones entre un sector y otro se traduce en mayor violencia e impunidad".
Tras precisar luego que en Venezuela "se debe buscar no el bien de la revolución, sino el bien de cada uno de los ciudadanos", Mons. Porras afirmó que "la satisfacción de las necesidades y demandas es la razón de ser un gobierno. Lo que es importante es que en todos los sectores saquemos de nuestra cabeza que todo tiene que ser político, hay otras esferas que son necesarias impulsar".
Luego de mencionar que la CEV y la Iglesia en América Latina contribuyen al bien del país a través de la Gran Misión Continental, el Prelado venezolano explicó que las medidas como la recentralización de los puertos, aeropuertos y carreteras adoptadas recientemente no ayudan a bajar los ánimos caldeados en el país.
"La descentralización no es una utopía, sino que, con todas sus fallas, ha permitido en estas dos décadas que se hayan podido hacer muchas más cosas de las que desde Caracas se han podido hacer, debido al volumen de asuntos que tiene que atender", indicó.
"Todo lo que sea concentrar poder en una sola persona no beneficia. Hay que ver la experiencia y la historia. En la medida en que hay responsabilidades y unas reglas que permitan a sectores intermedios tener iniciativa y realizarlas, se beneficia a quienes tienen la conducción general", dijo luego.
En opinión del Prelado, "lo contrario lo que hace es ahogar la creatividad y convierte a la ciudadanía en un grupo pasivo que está a la expectativa de lo que el gobierno central le pueda dar".
Al hablar luego de la necesidad del diálogo, el Arzobispo resaltó que éste es posible. "Creo que se puede forzar ese diálogo. Dejar todo en manos de la radicalización que nos llevará a una confrontación es jugar a la guerra y a la muerte y eso es lo más lejano que puede desear un creyente sensato", precisó.
Al ser preguntando luego sobre el hecho de que el Presidente Chávez es un militar y está formado para la guerra, Mons. Porras dijo que eso es efectivamente así pero "para una guerra exterior y no para generar una civil, interna, entre aquellos a quienes tiene la obligación de defender".