El sábado 28 de marzo, en el marco de una histórica ceremonia a pleno sol, Mons. Gonzalo de Villa, S.J., Obispo de Sololá-Chimaltenango (Guatemala), ordenó a 8 sacerdotes y 11 diáconos en un Misa concelebrada por 75 sacerdotes y dos obispos. Más de 5 mil personas participaron en la ceremonia, una de las ordenaciones más numerosas en la historia reciente de la Iglesia en Guatemala.
Los ordenandos procedían de diversos pueblos de la diócesis, conformada en su mayoría por indígenas. Todos ellos hablan su propia lengua materna (cakchiquel, quiché o tzutuhil) y el español; y recibieron la formación teológica y espiritual en el Seminario Mayor Nuestra Señora del Camino, en Sololá.
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Este Seminario cuenta actualmente con 105 seminaristas, 75 de los cuales son de esta diócesis y 30 de diócesis hermanas, cuyos obispos los envían a formarse en este Seminario.
En la homilía Mons. De Villa resaltó la vida eucarística de los sacerdotes y su dedicación al sacramento de la misericordia divina. "La celebración de la Eucaristía es fuente fundamental para su piedad. Un rasgo fundamental del sacerdocio es ser ministros de la reconciliación. En ello tienen una invitación a dedicar tiempo con generosidad a la administración del sacramento de la reconciliación", enfatizó Mons. De Villa.
"En un país donde la violencia y el crimen crecen cada día, donde odios y rivalidades dividen comunidades, ser ministros de la reconciliación es una invitación constante a vivir su sacerdocio como hombres que buscan la paz", prosiguió el Prelado.
"Están llamados a ser hombres de Dios, para ser pastores capaces de entregarse hasta la extenuación si fuera el caso hasta el supremo amor de la entrega de la vida como el ejemplo del padre Stanley Rother, cura párroco de Santiago Atitlán, nos enseña y cuya causa de beatificación está ya incoada", agregó
Al final de la celebración, tres de los recién ordenados dieron gracias a Dios, cada uno en su propia lengua materna (cakchiquel, quiché y tzutuhil).