El P. Filiberto Rodríguez, Superior de la visitaduría salesiana de Angola, compartió con la Agencia de Noticias Salesiana ángulos desconocidos de la exitosa visita del Papa Benedicto XVI a África, así como algunas críticas a algunos medios de comunicación.
"Mi opinión es que la visita del Papa ha satisfecho con creces las expectativas que se tenían. El pueblo ha gozado, con infinito sacrificio (kilómetros y kilómetros andando, no hay autobuses, ni metros, ni otros medios) se ha desplazado de un sitio para otro y ha acompañado con entusiasmo al Papa", escribe el misionero.
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"La Iglesia –agregó– hará una evaluación seria de la preparación, realización y resultados, tomará nota de las líneas fundamentales en las que se ha de insistir: La Iglesia es sacramento universal de salvación, porque ofrece a la humanidad la persona de Cristo Jesús. El Papa ha sido un misionero del Evangelio y no ha querido ser más. Este ha de ser un primer punto para meditar dentro de casa".
El P. Rodríguez revela que se ha criticado, en medios entendidos, "la ausencia del Presidente en alguno de los actos multitudinarios. Se ha hablado de mirar más y de atender mejor, las necesidades profundas del pueblo pobre. Al final las cosas salen bien; porque el pueblo es bueno y sufridor. Los que estaban dentro han considerado caótica la organización en algunos momentos".
Sin embargo, señala que "para algunos de nosotros gran parte de la prensa internacional, sería mejor que no viniera. Buscan carnaza y sensacionalismo. Buscan vender su periódico y no le interesa ni el pueblo (al que manipulan y consideran objeto de museo o feria), ni las finalidades del viaje del Papa".
"Son muchos los periodistas –revela el superior salesiano– que te decían: 'queremos narrar la otra visita'. Señores periodistas: los encuentros del Papa con el Pueblo, esa era la visita. Las otras realidades que las vengan a ver y a denunciar durante el año, que bastante olvidados nos tienen en algunas ocasiones".
"Hoy por hoy, ningún gobierno, ninguna organización ha estado nunca, a lo largo de la historia, tan cerca de los pobres y de los que sufren como la ha estado y lo está la Iglesia y sus instituciones", agrega.
Al concluir su reflexión, el P. Rodríguez cuestiona algunas de las críticas que desde diversos puntos, particularmente desde Europa, han sido planteadas a alguna de las intervenciones del Pontífice.
"No son las políticas españolas de la incitación y del descontrol sexual las que van a arreglar el mundo: ¿Cómo van los embarazos de las adolescentes en España? ¿Es abortando como se liberan las conciencias de las jóvenes españolas? ¿Es mandando un contenedor de preservativos como se educa y se controla el SIDA en África?"