El Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires, se adhirió a las palabras del Papa Benedicto XVI sobre la epidemia del VIH-SIDA, e indicó que las campañas a favor del uso del preservativo "inducen a engaño" porque "ocultan información y no colabora a la prevención".
A través de un comunicado, el consorcio advirtió que las campañas de salud "basadas en la distribución de preservativos para evitar el SIDA", contribuyen más bien "a una mayor difusión de las conductas de riesgo, ya que implican que las autoridades sanitarias están dando su visto bueno a las conductas y estilos de vida que son responsables de la epidemia".
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Por ello, el texto lamentó "los dichos de algunas autoridades de salud que consideran ‘peligrosas’ las declaraciones del Papa Benedicto XVI. Parecería que se quiere imponer totalitariamente un pensamiento único, políticamente correcto, desdeñando los datos que la ciencia nos proporciona".
En ese sentido, los médicos católicos recordaron que la misma Organización Mundial de la Salud, en un estudio del año 2000 afirmó que el preservativo tiene una tasa de fallos del 14 por ciento.
"Al mismo tiempo –añadió–, la Internacional Planned Parenthood Federation (IPPF), una de las promotoras de las campañas llamadas de sexo seguro, sitúa la tasa de fallos en el 30%, y a ésta hay que añadirle que ‘el riesgo de contraer SIDA durante el llamado ‘sexo protegido’ se aproxima al 100% a medida que el número de relaciones sexuales se incrementa’".
Asimismo, advirtió que "debido a la promiscuidad sexual que alientan las campañas llamadas de ‘sexo seguro’, han vuelto a aparecer enfermedades de transmisión sexual que se creían casi extinguidas".
Por ello, los médicos católicos respaldaron las palabras de Benedicto XVI de que la solución a la epidemia del SIDA pasa por humanizar la sexualidad, "una renovación espiritual y humana que lleve aparejada una forma nueva de comportarse".
Finalmente, llamaron "a los médicos, educadores, padres de familia y a las autoridades públicas para que entre todos volvamos a valorar el orden natural, sin concesiones al ‘mal menor’, viviendo y difundiendo un comportamiento realmente humano basado en el ejercicio de las virtudes de la templanza, la castidad y la continencia".