El Cardenal Ennio Antonelli, Presidente del Pontificio Consejo de la Familia, consideró urgente "rehacer y encender muchas luces que iluminen la noche" en la que se encuentra el mundo por no admitir a Dios.
De visita en España para inaugurar una fundación de ayuda a mujeres embarazadas, el Purpurado italiano declaró al Diario de Burgos que "el objetivo fundamental de la Iglesia es la evangelización, es decir, manifestar la presencia de Dios y de Cristo Salvador en la vida y en la historia".
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"No es suficiente enseñar, es necesario acoger, vivir y transmitir a todos el amor que viene de Dios. Por esto es imprescindible que existan necesariamente cristianos, familias y comunidades fervorosas y alegres en medio de las dificultades actuales. Lo que más preocupa es el eclipse de Dios en la conciencia y en la vida social y cultural. Es urgente rehacer y encender muchas luces que iluminen la noche. Esta es también la prioridad según el Papa Benedicto XVI, como él mismo ha declarado en la reciente carta a todos los obispos del mundo", indicó.
Asimismo, recordó que "de la familia depende en gran parte el futuro, la cohesión y el desarrollo de la sociedad" y aseguró que "la familia, no solo según la Iglesia, sino también según muchas tradiciones culturales y religiosas se basa sobre la relación hombre-mujer y sobre las relaciones padres-hijos, el lazo profundo entre los dos sexos y entre las generaciones; es la unidad en la diferencia humana fundamental".
"Para la autenticidad y la plenitud del amor es necesario tanto la comunión como el respeto al otro en la diferencia. Es un bien para todos que la familia sea salvaguardada en su identidad propia y no sea confundida con otras formas de convivencia", insistió.
El Cardenal Antonelli explicó que "es necesario sostener la misión educativa de la familia, intentando, por ejemplo, conciliar los horarios de trabajo con las exigencias del cuidado de los hijos y de la vida familiar. La familia es escuela de humanidad además que escuela de vida cristiana. Es por lo tanto insustituible su misión educativa. Los padres no deberían delegar en otros su responsabilidad, sino sólo dejarse ayudar. No deben pensar que su autorrealización y su felicidad dependen, ante todo, del trabajo fuera de casa".
Sobre el aborto, recordó que "hay muchas instituciones eclesiales y civiles dispuestas a acoger el niño no deseado por la madre. El parto en el anonimato, la adopción, son concretas alternativas al aborto cuando se buscan sinceramente".
"En cuanto a la educación sexual debo decir, ante todo, que se trata más bien de deseducación y de falta de responsabilidad. La educación verdadera a realizar es la educación al amor, es decir a querer el bien objetivo de los otros juntamente con el bien propio aunque sea a costa de sacrificio. Sólo si uno es capaz de amar podrá integrar la sexualidad en el amor", agregó.