El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, advirtió que un problema "típicamente argentino" es confundir al Estado con el gobierno de turno, lo que trae como consecuencia que se tomen "medidas contrastantes" que no benefician al bien común.
En su programa Claves para un Mundo Mejor, el Prelado indicó que esta práctica hace que el Estado pase a ser el gobierno. "Muchas veces los sucesivos gobiernos han tomado medidas contrastantes, unos después de otros, sin advertir que si no se establecen políticas de Estado es muy difícil que el Estado mismo cumpla adecuadamente su papel", señaló.
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En ese sentido, Mons. Aguer advirtió que "el bien común puede quedar sometido a intereses subalternos que son los intereses políticos del gobierno de turno. La pequeña política se impone sobre la Política verdadera, la que se escribe con mayúscula".
Durante su alocución, el Arzobispo también se refirió a las decisiones tomadas recientemente por diversos Estados en materia económica a raíz de la crisis financiera. "En distintas partes del mundo, intentan reencauzar la actividad económica con intromisiones que no se permitirían en tiempos normales", destacó.
Mons. Aguer dijo que "esto indica que existe una conciencia de que en situaciones críticas o extraordinarias el Estado puede asumir posiciones de suplencia en la actividad económica y, además, en condiciones normales debe ejercer un papel regulador con miras a asegurar el bien común".
En ese sentido, recordó que la Doctrina Social de la Iglesia enseña que en materia económica, el Estado debe guiarse por los principios de subsidiariedad y de solidaridad. La subsidiaridad, explicó, "implica que una instancia superior no debe asumir las competencias y la libre actividad de las instancias inferiores".
Mons. Aguer invitó a seguir las enseñanzas de la Doctrina Social de la Iglesia e indicó que "la solidaridad sin subsidiariedad puede degenerar fácilmente en asistencialismo, mientras que la subsidiariedad sin solidaridad corre el peligro de alimentar formas de localismo egoísta".