El Arzobispo de Salta (Argentina), Mons. Antonio Mario Cargnello, en su mensaje por Cuaresma precisó que el verdadero ayuno debe ser la "abstinencia de la iniquidad" y de "palabras inútiles".
Tras advertir que "el pecado destruye nuestra dignidad de hijos de Dios, corroe nuestra libertad, deteriora nuestra relación con Dios y con los hermanos", el Prelado señaló, en palabras de San Agustín, que "el ayuno verdaderamente grande, el que compromete a todos los hombres, es la abstinencia de la iniquidad y de los placeres ilícitos; éste es el ayuno perfecto".
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Asimismo, el Arzobispo de Salta invitó a los fieles a vivir el ayuno por medio de la abstinencia de palabras inútiles y ofensivas; así como vivir la fidelidad a la verdad y a las promesas dadas.
"Decir la verdad, tratarnos con respeto, cumplir los compromisos, sostener la palabra, son caminos para vivir esta realidad interior del ayuno en nuestro hoy. Crecer en fidelidad a lo prometido reconstruirá las familias y también el tejido social", apuntó.
En esta perspectiva, el Prelado precisó además la importancia de "la Palabra de Dios" ya que ésta es "la fuente que reconstruye vínculos destruidos por la vacuidad de tantas palabras inútiles y mentirosas. Desde ella hemos de recorrer el camino cuaresmal buscando reconstruir la confianza entre los hermanos, entre los ciudadanos de nuestra patria".
"Sin la Palabra de Dios que nutre nuestro ser el ayuno se vacía", acotó.