El Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario Bergoglio, en su mensaje por Cuaresma señaló que ante el paisaje "triste que asoma" en las calles argentinas al ver a personas en estado de hambruna y denigración, el ayuno cuaresmal manifiesta la "solidaridad con los que ayunan involuntariamente" y permite ayudar a superar la indiferencia.
En la nota de prensa del Arzobispado de Buenos Aires que da a conocer el mensaje, el Purpurado cuestionó que ante el panorama de "hombres y mujeres pidiendo o revolviendo la basura, ancianos durmiendo en las esquinas, chicos durante el invierno acostados sobre las rejillas de los tragaluces de los subtes para que les suba algo de calor"; esta realidad ya no "nos causa asombro, nos estremece, nos alegra, nos golpea, nos cuestiona".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"No nos interesan sus vidas, sus historias, sus necesidades ni su futuro. Cuántas veces sus miradas reclamadoras nos hicieron bajar las nuestras para poder seguir de largo. Con el acostumbramiento viene la indiferencia", alertó.
Ante este paisaje, el Purpurado invitó a los fieles a vivir el ayuno de Cuaresma como "Dios quiere", es decir, "partir nuestro pan con el hambriento, albergar al pobre sin abrigo, vestir al desnudo y no dar la espalda al hermano".
"Hoy sólo se puede ayunar trabajando para que otros no ayunen. Hoy sólo se puede celebrar el ayuno asumiendo el dolor y la impotencia de millones de hambrientos. Quien no ayuna por el pobre engaña a Dios. Ayunar es amar", subrayó.