La Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), señaló que la actual crisis económica mundial es consecuencia de la inversión de valores y por ello es necesario que la globalización sea regida por la ética y la solidaridad, para poner "todo al servicio de la persona humana creada a imagen y semejanza de Dios".
Tras su reunión a principios de febrero, la Presidencia del CELAM advirtió que "la actual crisis financiera ha puesto de manifiesto el afán excesivo de lucro por encima de la valoración del trabajo y del empleo, convirtiéndolo en un fin en sí mismo".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"Esta inversión de valores pervierte las relaciones humanas sustituyéndolas por las transacciones financieras, que debieran estar al servicio de la producción y de la satisfacción de las necesidades humanas", expresó.
Esto, indicó, ha hecho evidente "que la globalización tal y como está configurada", no está en función de valores objetivos como "la verdad, la justicia, el amor, y muy especialmente, la dignidad y los derechos de todos, aún de aquellos que viven al margen del propio mercado".
Esta situación alarmante, advirtió el CELAM, "nos compromete a expresar nuestra solidaridad en acciones y obras concretas" a favor de las víctimas de la crisis, y "nos estimula" como católicos a empeñar los mejores esfuerzos "para contribuir a la formulación de un nuevo modelo de desarrollo para América Latina y El Caribe".
En su comunicado, los obispos latinoamericanos señalaron que se deben establecer "nuevas reglas de juego, que también tengan en cuenta los valores del Evangelio y la enseñanza social de la Iglesia, a fin de promover una globalización marcada por la solidaridad y la racionalidad".
El texto está firmado por el Presidente del CELAM, Mons. Raymundo Damasceno Assis; el Primer Vicepresidente, Mons. Baltazar Enrique Porras Cardozo; entre otros.