Esta mañana, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, se presentó el Conferencia Internacional "Evolución Biológica: Hechos y Teorías. Una mira crítica 150 años después de 'El Origen de las Especies'" que se celebrará en Roma del 3 al 7 de marzo de 2009.
Organizan la conferencia la Pontificia Universidad Gregoriana en colaboración con la Universidad Notre Dame (Indiana, EE.UU.), bajo el patrocinio del Pontificio Consejo de la Cultura, en el ámbito del Proyecto STOQ (Science, Theology and the Ontological Quest).
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En la presentación de este evento estuvieron presentes, entre otros, el Presidente del Pontificio Consejo para la Cultura, Mons. Gianfranco Ravasi, quien señaló que "este congreso responde a la exigencia de "restablecer el diálogo entre ciencia y fe, porque ninguna de las dos puede agotar el misterio sobre el ser humano y sobre el universo".
Por su parte, el P. Marc Leclerc, S.I., profesor de Filosofía de la Naturaleza de la Gregoriana y director del Congreso, explicó que este se divide en nueve sesiones, en las que se expondrán "los hechos esenciales sobre la teoría de la evolución relacionados con la paleontología y la biología molecular"; "el estudio científico de los mecanismos de la evolución, qué dice la ciencia sobre el origen del ser humano".
También se hablará sobre "las grandes cuestiones antropológicas relacionadas con la evolución, las implicaciones racionales de la teoría, tanto en campo epistemológico, como metafísico o de la filosofía de la naturaleza". Por ultimo, dijo, "habrá dos sesiones teológicas que estudiarán la evolución desde el punto de vista de la fe cristiana, partiendo de una correcta exégesis de los textos de la Biblia que tratan de la creación, además de la recepción de la teoría por parte de la Iglesia".
A su turno, Giuseppe Tanzella-Nitti, Profesor de Teología Fundamental de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz subrayó que "desde la perspectiva de la teología cristiana, evolución biológica y creación no se excluyen en absoluto. Ninguno de los mecanismos evolutivos se opone a la afirmación de que Dios haya 'querido, es decir 'creado', al ser humano. Ni siquiera se oponen los numerosos eventos aleatorios a lo largo del lento desarrollo de la vida, a condición de que el recurso al caso sea una simple lectura científica de los fenómenos, incapaz de negar la esfera de los fines".