El Papa Benedicto XVI, a través del Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, envió su bendición y aliento a los miembros de la Familia Sodálite reunidos en el I Congreso de Espiritualidad Sodálite que se lleva a cabo hasta el sábado 31 en la sede del Museo de la Nación en la capital peruana
La Bendición Pontificia fue leída por el Fundador y Superior General del Sodalicio de Vida Cristiana, D. Luis Fernando Figari, ante los más de 1,200 participantes presentes. El Santo Padre alentó a “profundizar en la inspiración que ha dado lugar a este Sodalitium y a la Familia Sodálite surgida a su alrededor, enriqueciendo así los dones que el Espíritu ha otorgado a la Iglesia”.
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Durante las palabras inaugurales, Ignacio Blanco, Presidente del Comité Organizador del Congreso y miembro del Sodalicio de Vida Cristiana, señaló que “nos reunimos en espíritu de oración para reflexionar en la espiritualidad que el Espíritu Santo ha suscitado entre nosotros y nos ha confiado como un don, un regalo que debemos conocer, interiorizar y vivir para poder transmitirlo, anunciando al mundo de hoy la Buena Nueva de la Reconciliación”.
Luego en su conferencia inaugural sobre el tema “Carisma y espiritualidad”, el Fundador indicó que el Congreso surge “como una expresión de la necesaria profundización en el patrimonio espiritual propio, del dialogar sobre las visiones de la tradición más propia del recorrido como familia espiritual, así como la clarificación para la vida y acción al servicio del Plan de Dios, de la Iglesia, de los seres humanos”.
“El carisma es un específico y gratuito don de Dios” para la Iglesia y que se inserta dentro de su vida siempre bajo la guía y custodia de sus Pastores, destacó.
Luis Fernando concluyó destacando que en la Madre “se muestra radiante la relación del carisma del Espíritu Santo que en Ella se hace manifiesto y la espiritualidad que por la suave brisa del Espíritu surge en la vida de la Virgen nazarena y se plasma como nutriente fundamental de nuestra propia espiritualidad”.
La jornada vespertina concluyó tras la conferencia “La persona humana y sus dinamismos fundamentales”, a cargo de Gabriel Pereyra, miembro del Sodalicio de Vida Cristiana.