En un reciente comunicado titulado "Bienaventurados los que trabajan por la paz", el Consejo Presbiteral de la Arquidiócesis de Caracas expresó su solidaridad y comunión con su Arzobispo, Cardenal Jorge Urosa Savino; y con el Nuncio Apostólico en Venezuela, Mons. Giacinto Berloco; tras el ataque que sufriera la sede de la Nunciatura Apostólica hace unos días.
En el comunicado se recuerda que "los católicos somos mujeres y hombres llamados a trabajar por el don inestimable de la paz verdadera y a no aceptar la cultura de la violencia y de la muerte que se expresa en la confrontación entre hermanos, la descalificación, las ofensas por pensar diferente y la persecución por motivos ideológicos".
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Tras resaltar su unidad y obediencia al Papa, los sacerdotes afirman que "inspirados e iluminados por la Palabra de Dios y asumiendo nuestra consagración sacramental como Presbíteros, queremos expresar nuestra comunión con el Señor Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas, quien en sus actitudes y comportamientos como Pastor arquidiocesano y en sus declaraciones ante el quehacer nacional, ha procurado siempre ser factor de unidad, sin renunciar a su derecho y deber de iluminar, desde el Evangelio, aquellas situaciones que tienen que ver con el bien común de todos los caraqueños".
Asimismo, prosigue el texto firmado por el P. Miguel Acevedo, Secretario del Consejo Presbiteral, "queremos manifestar nuestra comunión con el Señor Nuncio Apostólico, Mons. Giacinto Berloco, quien desempeña la representación del Papa en Venezuela con gran prudencia y sentido eclesial, actuando siempre como un constructor de la paz y manifestando la cercanía del Pastor supremo hacia todos los venezolanos".
Antes de finalizar, el comunicado recuerda el compromiso de los sacerdotes por trabajar en la "Misión Continental Evangelizadora en Caracas como un tiempo de gracia, para ser signo de unidad y de paz para todos los venezolanos. Somos una Iglesia viva y unida y no renunciaremos jamás a nuestra vocación de anunciar el Evangelio y de trabajar por el bien de nuestro pueblo".
Finalmente hacen votos para que "María Santísima, aquella que conservó la unidad de la Iglesia en la espera del don de Espíritu Santo en Pentecostés, ayude a todos los caraqueños a abrir sus corazones a Cristo Jesús".