El Arzobispo de Guadalajara, Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, expresó su deseo de que el 2009 sea un año "mucho mejor al que acaba de pasar" e invitó a los mexicanos a la conversión y a hacer "un cuidadoso examen sobre nuestro comportamiento" y las gracias recibidas de Dios.
"Si alguno de los que están leyendo este mensaje ha llevado una vida desarreglada, y Dios lo ha dejado vivir aún, no piense que es porque Él no se da cuenta de su comportamiento, sino porque, como señala la Sagrada Escritura, Dios es tardo a la ira, firme en la clemencia y la misericordia; y no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva", expresó en su columna "Palabra de Pastor", publicada en El Semanario, órgano informativo de la Arquidiócesis.
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En ese sentido, indicó que "podemos y debemos cerrar el balance de nuestro año mediante un cuidadoso examen sobre nuestro comportamiento, con un recuento de las gracias y favores recibidos de parte de Dios, comenzando por el don inconmensurable de la vida; y poniendo en un renglón aparte las obras buenas que hicimos y aquéllas que por negligencia o maldad dejamos de hacer".
Señaló que es muy posible que se encuentren más faltas que aciertos, pero ello "no debe angustiarnos, pues Dios es bondad y misericordia infinitas; y si contritos le rogamos que nos trate no con justa severidad sino con compasión, seguramente Él nos perdonará y cerraremos el balance anual sin saldo negativo".
El Cardenal Sandoval recordó que Dios concede tiempo a todos "y, en ocasiones, a los malvados les da muchos más años de vida que a los virtuosos; pues hay numerosos santos que han muerto a muy temprana edad, y pese a ello Dios consideraba que habían completado su tarea en este mundo, que era ser ejemplo de perfección y virtudes cristianas, y así alcanzar la santidad".
El Arzobispo de Guadalajara también pidió para que en este año que recién se inicia cese "la ola de violencia que hemos estado sufriendo" y "que la crisis económica no se ensañe, sobre todo con los más desprotegidos".