Los obispos bolivianos lamentaron y rechazaron "las irreverentes aseveraciones" que representantes del Gobierno de Evo Morales lanzaron contra el Papa Benedicto XVI, el Cardenal Julio Terrazas Sandoval y otros obispos y miembros de la Iglesia en Bolivia.
En los últimos días, miembros del régimen de Morales lanzaron nuevos ataques verbales contra la Iglesia, en especial contra el Papa y el Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, Cardenal Julio Terrazas Sandoval; sobre todo después que el Purpurado hablase en una homilía sobre el peligroso crecimiento del narcotráfico en el país.
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Asimismo, el ahora prefecto de Cochabamba y afín al Gobierno, Rafael Puente, dijo que el Pontífice "no tiene mucha autoridad para hablar de Bolivia" porque "está tan fuera de la realidad".
Ante esto, los obispos emitieron un comunicado en el que señalaron que estas palabras "rayan en el insulto y desconocen la aceptación y aprecio que goza (el Papa) en la opinión pública mundial, por su humanidad y su enseñanza, que hacen de Él una de las grandes mentes de este siglo".
"El Papa, con paternal preocupación, ha estado siguiendo muy de cerca la vida de nuestro pueblo, como lo demuestran los distintos mensajes pronunciados en los momentos difíciles de nuestro país", recordó el texto firmado por el Secretario General de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), Mons. Jesús Juárez.
En ese sentido, tras reafirmar su comunión con el Santo Padre, los obispos expresaron su "solidaridad y adhesión al Cardenal Julio Terrazas", Presidente de la CEB, "por su trayectoria intachable, abnegada y profética al servicio del pueblo de Dios", especialmente "de los más pobres y desposeídos".
El texto recordó que cuando la Iglesia habla acerca de temas inherentes a la realidad, "no lo hace con afán de poder ni con fines políticos", ni a favor o en contra de un régimen político. La Iglesia, explicó, "habla para servir y orientar a los creyentes a partir del Evangelio, cumpliendo con el deber que el Señor le ha confiado de guiar e iluminar al pueblo de Dios".
"La pobreza, la crisis económica, el desempleo, la migración, la administración de justicia, la seguridad jurídica y ciudadana, la violencia, el narcotráfico, la educación, los niños abandonados y otros, son problemas reales y urgentes que nos deberían preocupar a todos, especialmente a los que detentan responsabilidades públicas. Son desafíos que merecen un esfuerzo conjunto de parte de todas las fuerzas vivas de nuestra sociedad", expresó.
Finalmente, los obispos hicieron un llamado a los bolivianos "a mantener la unidad". "Apelamos a la cordura y reflexión de cada ciudadano, para solucionar nuestros problemas en diálogo, respeto mutuo y reconciliación", señalaron.