El Patriarca de Jerusalén de los Latinos, Mons. Fouad Twal, explicó que el seminario de su patriarcado en Tierra Santa "es rico en vocaciones pero pobre en medios" por lo que se hace necesario "conseguir una ampliación para no regresar a los jóvenes que tocan su puerta".
En declaraciones a L'Osservatore Romano, el Arzobispo explicó que "el seminario es el futuro de nuestra diócesis en Tierra Santa. Los jóvenes que tocan a su perta provienen sobre todo de Jordania, pero desafortunadamente por falta de espacio y fondos estamos obligados a devolverlos a sus casas a algunos. No solo eso sino que los gastos de gestión aumentan constantemente. Sin embargo eso no impide la formación de un clero instruido y consciente de su propia misión pastoral y espiritual al servicio de la comunidad cristiana".
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Mons. Twal señaló además que las vocaciones al sacerdocio "surgen todas de estudiantes de nuestras escuelas, por eso ellas también merecen mayor atención y sacrificio".
"A través de nuestras escuelas –prosiguió– podemos ayudar a las familias para que tengan jóvenes ricos en fe y capaces, orgullosos de sus raíces. Nuevas generaciones en grado de contribuir a la creación de una sociedad en donde todas las personas, incluso las minorías, puedan participar en el bien común". En esta estructura didáctica, añadió, alumnos cristianos y musulmanes "tienen la posibilidad de trabajar y crecer juntos, de establecer relaciones verdaderas, que puedan abrir posibilidades inesperadas para el futuro".
Tras explicar brevemente la situación de las escuelas en Palestina, Jordania e Israel y luego de reiterar lo fundamental de este trabajo, el Arzobispo resaltó la importancia de que "cuantos aman a Tierra Santa y el Patriarcado Latino de Jerusalén tienen el derecho y el deber de adherirse a la Orden del Santo Sepulcro" de la que él es gran Prior.
Gracias a la ayuda económica y espiritual de estas y otras instituciones, concluyó Mons. Fwal, "nuestro clero y nuestros laicos han llegado a ser maduros y competentes y han podido asumir roles de guía en la comunidad civil. Esto es verdaderamente un fruto del esfuerzo y de los sacrificios de las damas y caballeros de todo el mundo" que pertenecen a la orden, que el pasado viernes fueron recibidos en audiencia por el Papa Benedicto XVI.