El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, Mons. Celestino Migliore, señaló que "la persona debe ocupar el centro de todas las decisiones concernientes al desarrollo social y económico y a su puesta en práctica", en su intervención ayer en la conferencia internacional sobre financiación para el desarrollo, que se celebra en Doha (Qatar).
Asimismo, el Arzobispo destacó que aún "quedan muchas cuestiones pendientes", como el número de personas "que no tienen acceso a la alimentación o a las necesidades sanitarias básicas" o no cuentan "con un salario mínimo para ellos mismos y para sus familias".
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Luego de resaltar que "los gobiernos nacionales tienen necesidad de la cooperación de la comunidad internacional para acelerar el desarrollo económico y humano", Mons. Migliore precisó que "la reciente crisis financiera demuestra que cuando la voluntad política se combina con la preocupación por el bien común somos capaces de producir, en unos meses, fondos esenciales para los mercados financieros".
Para el Nuncio, actualmente "se debe prestar una renovada atención para asegurar sistemas de mercado más justos y equitativos. Ayudas de mercado desequilibradas, especulación financiera, aumento de los precios energéticos y disminución de las inversiones en agricultura han dado lugar recientemente a la falta de acceso a algo que es necesario para vivir: el alimento. Esta inestabilidad económica, que golpea en el corazón de la vida humana, exige encontrar urgentemente un compromiso común para administrar el mercado global y el desarrollo".
"A pesar de que la incertidumbre y la ansiedad parezcan prevalecer actualmente, permanecen las virtudes y los principios que han llevado a la comunidad global a salir de muchas crisis. Por ejemplo, la solidaridad con nuestra comunidad global, la división justa de recursos y oportunidades, el uso prudente del medio ambiente, la moderación en la búsqueda del beneficio financiero y social a corto plazo a costa del desarrollo sostenible, y finalmente la audacia política necesaria para construir un mundo en el que la vida humana esté en el centro de todas las actividades sociales y económicas", concluyó.