El Obispo de Nueve de Julio, Mons. Martín de Elizalde, pidió a los jóvenes valorar la mediación del Papa Juan Pablo II, quien en el inicio de su pontificado detuvo una guerra fratricida entre la Argentina y Chile, con "ese gesto providencial y oportuno, solicitado por los episcopados de ambos países".
"El 22 de diciembre de 1978, cuando estaban a punto de comenzar las hostilidades entre nuestro país y Chile, el Papa Juan Pablo II anunció que se haría presente enviando un representante suyo, para mediar entre las dos Naciones hermanas", recordó en un mensaje con motivo del 30º aniversario de la mediación papal por el Canal Beagle.
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Tras asegurar que las consecuencias "hubieran sido gravísimas para el futuro de nuestra Argentina y de toda la América del Sur", mencionó que en aquella ocasión Juan Pablo II envió al Cardenal Antonio Samoré, pero destacó la labor de los cardenales Raúl Primatesta, Arzobispo de Córdoba, y Raúl Silva Enríquez, Arzobispo de Santiago de Chile, quienes "aplicaron sus esfuerzos para alcanzar la paz".
El Obispo consideró que la celebración de aquella intervención pontificia debe ser "expresión de gratitud por la paz conservada y por el proceso que siguió para resolver las disputas de límites en la región".
"Podemos decir que gracias a la mediación papal, la Argentina y Chile, pueblos hermanos, nacidos ambos de un mismo origen y que alcanzaron la libertad conjuntamente por la gesta del Libertador José de San Martín, se hicieron más hermanos y establecieron los vínculos de una nueva solidaridad", aseguró.