La agencia vaticana Fides recogió la preocupación de los obispos sudaneses por "el hecho de que la carta y el espíritu del Acuerdo Comprensivo de Paz (CPA) está perdiendo fuerza sea entre los principales firmantes, sea entre sus partidarios y amigos que contribuyeron a conseguir este histórico documento".
En efecto, en enero de 2005 se firmó un acuerdo de paz en Nairobi (Kenia) entre el gobierno de Jartum y el Movimiento por la Liberación del Pueblo sudanés que puso fin a la guerra de más de 20 años en el sur Sudán.
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Al terminar su Asamblea Plenaria, los prelados sudaneses afirmaron que la guerra ha perjudicado las relaciones sociales de las personas, contribuyendo a la erosión de los valores de la familia. Sólo por medio de la oración y reforzando la relación con Dios los sudaneses podrán reconstruir el país y conseguir una paz duradera, recordaron.
Mientras se regulan una serie de cuestiones comunes entre el Estado central y la administración autónoma provisional del sur Sudán, tanto el gobierno central como la administración meridional, continúan armándose.
El gobierno alega que se trata de un proceso normal de actualización de los arsenales, mientras el sur de Sudán sostiene que se rearma tan solo para garantizar la seguridad interior, amenazada por la presencia de los rebeldes ugandeses del ejército de Resistencia del Señor.
Según informó Fides, el caso del buque de carga ucraniano "Faina", en manos de los piratas somalíes desde finales de septiembre, ha aumentado el temor de que el sur Sudán se dote de armas pesadas. El barco transportaba, entre otras cosas 33 tanques. Kenia afirma que es el comprador, pero continua habiendo fuertes sospechas de que el destino final del cargamento sea el sur de Sudán.