La misionera herida el pasado 28 de octubre durante un enfrentamiento bélico en Rutshuro (República Democrática del Congo), Presentación López Vivar, afirmó "no tener miedo" y se mostró "dispuesta a volver al país africano para servir a las necesidades de su población", durante la rueda de prensa celebrada en la madrileña clínica de Santa Elena, donde la religiosa se recupera de la doble amputación de piernas a la que fue sometida.
La burgalesa aseguró encontrarse bien físicamente y con fuerzas, y aprovechó el encuentro con los medios de comunicación para demandar "el incremento de la ayuda humanitaria que se envía", ya que la considera "insuficiente" para hacer frente a las necesidades de los miles de enfermos y desplazados que sufren las consecuencias del conflicto armado.
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Asimismo, López Vivar quiso agradecer al Ministerio de Asuntos Exteriores español la rapidez y eficacia con la que actuaron para que las misioneras fueran evacuadas y atendidas, así como a la protección ofrecida por el personal de la ONU desplazado al lugar. "Estoy muy agradecida por la cercanía del Gobierno de España y de la Embajada y por todas las muestras de cariño y preocupación", declaró.
Durante el acto, las religiosas relataron los acontecimientos sucedidos el "fatídico" día en el que, según explicaron, López Vivar se encontraba sola en el interior de la vivienda de la Congregación, situada en "la línea de fuego" de los enfrentamientos entre rebeldes de la guerrilla de Nkunda y miembros del ejército de la República. "La casa estaba situada en el centro del campo de batalla y quedó totalmente destruida", explicó la Madre Superiora del Instituto de Religiosas de San José de Gerona, al que pertenecen las monjas, Urbana Sánchez.
Sin embargo, a pesar de lo sucedido las religiosas afirmaron ser un colectivo "muy respetado" en la zona por la posición neutral que adoptan en la contienda, así como por la labor de atención médica que desarrollan. "Fue un accidente, no buscaban hacernos daño, ya que los miembros de ambos bandos nos conocen y nos respetan, de hecho, después de lo sucedido, los militares entraron en la casa y atendieron a la hermana Presentación", señaló Sánchez.
La hermana López Vivar que, según los médicos, ha experimentado una recuperación "muy favorable", destacó el estado de "extrema emergencia" en la que se encuentra la población del país y "la necesidad de que las instancias gubernamentales tomen parte activa en el problema". "Las enfermedades se multiplican y los desplazados no saben a dónde ir ni a quién acudir", subrayó.
Asimismo, la misionera quiso remarcar la "gravedad" de la situación que sufren los niños soldados que, para la religiosa, son "las principales víctimas de la guerra". "Los captan desde muy pequeños y son obligados a luchar sin ninguna formación, por eso muchas familias deciden casarles rápidamente para evitarlo", afirmó.
Finalmente, López Vivar quiso aprovechar el acto para enviar un mensaje de apoyo a todos los voluntarios, seglares o religiosos, que trabajan en lugares conflictivos, así como motivar a la sociedad para que "no tengan miedo y se unan a la misión". Además, hizo un llamamiento especial a los jóvenes a quienes instó a "vivir la vida plenamente a partir de la generosidad con los demás" y a rechazar los placeres que "alejan de la felicidad".