El Cardenal Arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha llamado a la generosidad de los fieles cristianos para que realicen más donativos, dada la actual situación de crisis que ha hecho aumentar en un 40 por ciento las peticiones de ayuda a Cáritas.
En la presentación de la situación de la economía diocesana, el Cardenal ha admitido: "llegaremos hasta donde podamos e intentaremos ser muy generosos". No obstante, ha recordado que la administración también deberá afrontar la crisis.
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El Purpurado ha dicho que las colectas en las parroquias "siempre han sido flojitas". "Necesitamos aportaciones más elevadas, no hay suficiente", ha reclamado. "Antes la familia hacía de cojín para afrontar la crisis, pero ahora han aumentado los divorcios y esto genera más gastos y no es tan fácil solucionar las familias con paro", ha añadido el Cardenal.
"Los cristianos deben colaborar de acuerdo con su fe para que la Iglesia pueda llevar a cabo sus funciones", ha dicho el Arzobispo, y ha apuntado que, sin la Iglesia, Barcelona "sería una ciudad pobrísima en las relaciones interpersonales y en espiritualidad".
En este sentido, ha citado cuando los feligreses aportaban el diezmo, el 10 por ciento de sus recursos a la Iglesia. "Hoy se podría formar a los cristianos para que, quizás, aportaran una cuota, quizás un tanto por ciento", ha especulado y ha dicho que podría hacerse a modo de cuota, suscripción o de la entrega de un día de sueldo al mes, o al año.
El Cardenal Sistach ha alegado que es necesario buscar nuevas fuentes de ingresos, porque los donativos puntuales tienen el riesgo de que "pueden venir o no venir". El cardenal ha aprovechado para matizar que "la Iglesia no es rica", y ha apuntado que con la presentación de las cuentas se ve que "es pobre".