Al término del Foro Católico-Musulmán que se ha realizado en el Vaticano, los participantes emitieron una declaración conjunta en la que subrayaron, entre otros temas, la importancia de la defensa de la vida por ser un don de Dios para toda persona, la centalidad de la libertad religiosa; y la promoción de los valores morales comunes.
En el texto se precisa que cristianos y musulmanes consideran que "la vida humana es un don preciosísimo de Dios para toda persona, y debería por ello ser preservada y honrada en todas sus fases".
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Tras recordar que la dignidad de la persona estriba en haber sido creada por Dios que es amor, los participantes del foro resaltan que todos tienen derecho "al pleno reconocimiento de la propia identidad y libertad de individuo, comunidad y gobierno, con el sostenimiento de la legislación civil que garantice sus derechos y su plena ciudadanía".
Luego de resaltar que hombre y mujer tienen la misma dignidad, precisan que todo individuo y comunidad tienen derecho a "practicar la propia religión en privado y en público". Asimismo resaltan el derecho de las minorías religiosas a "ser respetadas en sus propias convicciones y prácticas religiosas. También tienen el derecho a sus propios lugares de culto; y las imágenes y símbolos que consideren sagrados no deben sufrir escarnio o burla alguna".
"Afirmamos que ninguna religión ni sus seguidores deben ser excluidos de la sociedad. Cada uno debería poder dar su contribución indispensable al bien de la sociedad, en particular al servicio de los más necesitados".
Católicos y musulmanes, prosiguen, deben ofrecer a sus propios fieles una "sana educación en los valores morales y religiosos, civiles y humanos y deben promover una atenta información sobre la religión del otro".
También señalan que "católicos y musulmanes están llamados a ser instrumentos de amor y armonía entre creyentes y para toda la humanidad, renunciando a cualquier opresión, violencia agresiva y actos terroristas, en particular aquellos perpetrados en nombre de la religión, y a sostener el principio de justicia para todos".
Luego de alentar la promoción de un mejor sistema financiero solidario para hacer frente a la crisis global, los participantes del foro recuerdan que es esencial que los jóvenes "sean bien formados en sus propias tradiciones religiosas e informados sobre otras culturas y religiones".
Finalmente y tras expresar que se está considerando crear un comité católico-musulmán permanente, los participantes de foro señalan que el siguiente encuentro se realizará en un país de mayoría islámica dentro de dos años.