El Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, Mons. José María Arancedo, señaló ante el misterio de la muerte que "la fe no es un recetario" para sacarla de este mundo, sino una "luz que da sentido y sabiduría" al hombre sobre este tema.
"El hombre no es un ser absurdo, es decir, alguien con deseos de vida y trascendencia pero que carece, o no tiene una respuesta adecuada a esta pregunta sobre su destino. La fe tampoco es un recetario para evitar la muerte en este mundo, sino una luz que da sentido y sabiduría a la vida del hombre", señaló el Prelado.
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Asimismo, Mons. Arancedo afirmó que "desde la fe podemos decir que la muerte, como acto último de la vida del hombre en el mundo, no es la última palabra" y que "esta verdad sobre el hombre, que nos revela la fe y se apoya en la palabra de Jesucristo, es lo que da sentido y esperanza a nuestra vida".
Mons. Arancedo recordó el hecho doloroso y desafiante de experimentar la muerte de alguien cercano y comentó que ante esta situación en lo personal es necesario "prepararnos, la muerte forma parte de nuestra vida, San Francisco la llamaba la ‘hermana muerte’, con cercanía y respeto. En segundo lugar, ante la muerte de nuestros seres queridos, es bueno acompañar el dolor de quienes lloran su ausencia".
"La muerte nos pone ante la verdad desnuda del hombre. La oración, en cuanto diálogo con Dios, trasciende este marco tan limitado de esta vida, y nos introduce en esa dimensión nueva y real que es aceptarnos como criaturas, pero sobre todo como hijos, de un Dios que es Padre y Creador", añadió.