En la 13º Congregación General del Sínodo de los Obispos realizada esta mañana en el Vaticano, uno de los temas tratados por los padres sinodales ha sido la urgente necesidad que tienen los fieles de vivir la santidad personal, entendida como clave para testimoniar las Sagradas Escrituras.
En su intervención, el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado Vaticano, destacó que "existe una clara indiferencia ante una fe comunicada a través de la Sagrada Escritura, que se suma a un notable grado de ignorancia y sobre todo a la dificultad de advertir su valor vital".
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Sin embargo, prosiguió, "se nota en muchos de estos jóvenes una sorprendente vitalidad hacia la Biblia cuando la sintonía se alcanza no tanto, al menos al inicio, por la autoridad de una página bíblica llamada Palabra de Dios, sino por unos adultos que les educan pacientemente y son testigos creíbles del personaje más grande, que es la figura de Jesús, de personas que cuando dicen Palabra de Dios, la muestran con sus vidas".
"Si el adulto, en cuanto educador-amigo consigue que el joven abra su corazón, entonces la Escritura se propone como un don que lleva consigo todas las cualidades de la Palabra de Dios", concluyó.
Por su parte el Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría Rodríguez, señaló que "en la vida de los santos, el encuentro con la Palabra de Dios por medio de la lectura de la Sagrada Escritura ha producido un cambio radical en la existencia. Tenemos que tratar de tener todos, nosotros, nuestros sacerdotes y los laicos una profunda sed de Jesucristo, viviendo cada escena del Evangelio como un personaje más".
Tras alentar la recomendación de la lectura de la Biblia en la Confesión, Mons. Echevarría dijo que es "necesario hacer lo posible para que todos nosotros, los cristianos, como los santos, tratemos de llevar estos textos a nuestra vida personal cotidiana, para transformarla".
Tras instar a la lectura de las Escrituras en espíritu de oración, el Prelado animó a que los textos que se leen en las Misas sean hechos no "como una declamación, sino con la certeza de que Dios está hablando a ellos y a la comunidad".