El Arzobispo de Zagreb (Croacia), Cardenal Josip Bozanic, señaló que "existe un vínculo indisoluble entre la Biblia y Europa. Todo aquello que hizo grande a la cultura europea y a su civilización tiene su propio punto de partida en la Biblia".
En su intervención en la segunda Congregación General, el Purpurado croata explicó que "temas como la dignidad de la persona, el reconocimiento de los derechos humanos, la separación entre Iglesia y Estado –tan solo por citar algunos ejemplos– tienen su núcleo en el manantial de la Biblia. La justicia social, los derechos, la crítica a cualquier tipo de idolatría, el rechazo a las falsas imágenes de Dios, también tienen su fundamento en la Biblia".
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"Hoy en Europa se advierten los signos de un renovado interés por la Biblia. Por lo tanto es necesario volver a partir de Dios y del evento de su Revelación, y al mismo tiempo tener el coraje de una nueva y más madura propuesta de Lectio divina", continuó.
Asimismo, el Arzobispo advirtió que "Europa sin Dios corre el riesgo de convertirse en un nido de angustia y de construir una civilización del miedo. La Palabra de Dios restituye la esperanza y la alegría. Europa , además entra en crisis cuando no acepta la fuerza interpretativa de la Palabra de Dios, que tiene en la fe y en la inspiración su fundamento último. Es ardua esta tarea para todas las disciplinas científicas y especialmente para la teología. Europa con razón se jacta del desarrollo de su propio pensamiento teológico pero es necesario un ulterior esfuerzo para una confrontación más proficua con las nuevas interpretaciones y búsquedas científicas, que a menudo están, a propósito, separadas de los paradigmas hermenéuticos de la verdad cristiana".
"De hecho, una cultura que rompe con la celebración cristiana, es decir con la celebración del Misterio de la bondad de Dios y de la salvación en Cristo, arriesga su propia felicidad y empuja a Europa hacia la civilización de la aflicción y de la tristeza, que advierte el peso de la vejez y de la muerte. La Palabra de Dios restituye al hombre europeo la capacidad de celebrar la vida. Allí donde existen la celebración de los misterios cristianos, la Iglesia es joven, y esto garantiza la juventud para Europa", añadió.
El Cardenal Bozanic dijo luego que "colmados por el Espíritu de Cristo que tomaban de las Sagradas Escrituras, muchos católicos y cristianos europeos del siglo veinte, han podido discernir entre el bien y el mal, han podido resistir al desafío de los totalitarismos, revelando la pérfida y satánica desviación".
"La Sagrada Escritura les ha permitido, descubrir no solamente las debilidades de los otros y las propias, sino antes que nada la esperanza que surge de la misma Palabra de Dios", concluyó.