El Vicario Apostólico de Bluefields (Nicaragua), Mons. Pablo Ervin Schmitz Simon, señaló que el gran desafío que afronta su vicariato "es la falta de sacerdotes", pero agregó que mantiene la esperanza por los seminarios que se han erigido en la zona.
En entrevista concedida a la Agencia Fides, el Prelado comentó que "cuando yo llegue a Nicaragua hace ya cerca de 36 años había 36 misioneros capuchinos norteamericanos Ahora hay solo tres excluyendo dos Obispos. La población era entonces 150.000 habitantes Hay ahora casi 800.000 habitantes, de los cuales el 70% son católicos".
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A tal carencia el Prelado explicó que también se le añade la ausencia de carreteras y la proliferación de las sectas. En ocasiones, dijo, tienen que "visitar algunas parroquias en una avioneta pequeña y en otros lugares recurrimos al jeeps. En los lugares donde no hay una iglesia organizado intentamos que haya siempre delegados de la palabra. Pero en esos sitios entran muy rápidamente las sectas y los evangélicos y pentecostales, que buscan normalmente destruir y difamar a la Iglesia Católica".
Ante esta situación, indicó que el Vicariato mantiene la esperanza por los nuevos seminarios –uno mayor y otro menor– que se han erigido en la zona para jóvenes indígenas y precisó que "hay mucha esperanza y tenemos ya 20 jóvenes en el seminario mayor. Nuestro seminarios de Nicaragua están llenos. Hay más de 200 seminaristas mayores de todas las diócesis".
"Intentamos en primer lugar que aprendan bien el español que será la lengua oficial en el seminario mayor. Por otra parte son chicos que vienen sobre todo de ambientes rurales y zonas muy primitivas por lo que hay que enseñarles incluso cosas muy elementales y también aprenden a vivir en comunidad", concluyó el Obispo.