El Arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa Sabino, recordó que la Iglesia necesita que los sacerdotes sean "verdaderos discípulos de Jesús" y no "activistas sociales ni funcionarios", por lo que alentó a los seminaristas a asumir con seriedad su formación.
"La Iglesia en Venezuela y en Caracas, necesita sacerdotes realmente sólidos, de gran profundidad espiritual, - no activistas sociales ni funcionarios de lo sagrado -, sino verdaderos discípulos de Jesús, que lo sigan cargando con la cruz de todos los días; sacerdotes de sólida virtud, proactivos, de gran alegría espiritual, y enérgico empuje pastoral; con el corazón puesto en Dios, y consagrados al servicio desinteresado de nuestro pueblo santo", indicó el Purpurado al inaugurar el cursos académico del Seminario Santa Rosa de Lima.
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Según el Arzobispo, para cumplir esta misión es preciso "asumir con seriedad la vida, las actividades, la disciplina del Seminario, que ayuda precisamente a desarrollar la virtud de fortaleza, a ser responsables, generosos, trabajadores esforzados, y recios en el cumplimiento de nuestros deberes, y nos prepara para responder a las exigencias cada vez más serias del mundo moderno".
"Estamos en el Seminario para ser discípulos de Jesús, identificados con Él, para escucharlo y amarlo. Para ser sus discípulos, es decir, para tener en nuestras mentes y corazones a Aquel que es la Verdad, nos dedicamos con seriedad al estudio tanto en el campo de la filosofía como, sobre todo, en el campo de las ciencias sagradas, en el campo de la teología", indicó.
"Por esto es importante tener el gusto de la Palabra de Dios, que debe iluminar todo nuestro esfuerzo intelectual, y dejarnos conducir por el Espíritu Santo, bajo la luz del Magisterio de la Iglesia, expresión de la enseñanza de los sucesores de Pedro y de los Apóstoles en nuestro mundo de hoy", agregó.
Asimismo, consideró que "la Iglesia en Venezuela necesita hombres como los grandes obispos, sacerdotes y religiosos venezolanos y de otros países de fines del siglo XIX y principios del siglo XX que en medio de una situación sumamente difícil, promovieron la restauración de la Iglesia, que venía de ser golpeada en las filas de sus ministros, desprestigiada y perseguida en las últimas décadas de ese siglo".