El semanario alemán Der Spiegel publicó en su última edición un reportaje en el que señala que el Ministerio para la Seguridad del Estado (Stasi) de Alemania comunista desplegó "una de las campañas más grandes de desinformación de su historia" para orientar las investigaciones sobre el atentado de 1981 contra el Papa Juan Pablo II hacia los extremistas turcos.
Según la información de Der Spiegel, recogida por la agencia italiana Ansa, nuevos documentos surgidos de los archivos del Estado revelan que la Stasi "trató de ayudar a los servicios secretos búlgaros. La organización enroló a una joven ciudadana turca, Ismet Erguen, que comenzó su misión en Berlín en febrero de 1982".
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"Los documentos indican la participación de Erguen hasta 1989, aunque hoy la mujer negó haber sido jamás agente de la Stasi", agrega Ansa.
Asimismo, sostiene que "el jefe del sector de información exterior de la Stasi, Markus Wolf, muerto a los 83 años en 2006, recibió tras la detención de Ali Agca en mayo de 1981 un pedido de ayuda de los servicios búlgaros, preocupados porque los medios occidentales hablaban de un presunto compromiso soviético y búlgaro en el atentado".
Según Der Spiegel, "la tarea era desviar las sospechas que existían hacia la organización de extrema derecha turca, Lobos grises".
Wolf quedó satisfecho con el trabajo de Erguen al punto que aún hoy, concluye el Spiegel, "existe la leyenda según la cual el grupo de los Lobos grises fue el que comandó a Agca".