El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, alentó a los fieles a seguir el ejemplo evangelizador de San Pablo, quien nos enseña cómo se debe transmitir el mensaje cristiano a la cultura de nuestro tiempo.
"El Papa Benedicto XVI, en varias ocasiones, nos ha presentado a San Pablo como un modelo para la transmisión del mensaje cristiano hoy", señaló el Prelado durante el programa Claves para un Mundo Mejor.
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Mons. Aguer recordó que cuando San Pablo debía predicar a los judíos, "solía ofrecerles una especie de síntesis de la Historia sagrada del Pueblo de Israel para mostrar como toda ella conducía a Cristo". En ese sentido, indicó que los cristianos, al difundir el Evangelio, "no debemos olvidar su arraigo en esa historia santa que comenzó con la revelación de Dios a Israel".
"San Agustín solía decir que el Nuevo Testamento está latente en el Antiguo Testamento y este se hace patente en el nuevo. Desde aquí podemos comprender mucho mejor el misterio de Cristo", expresó.
Sin embargo, recordó que cuando el Apóstol se dirige a los paganos, emplea "un discurso que podríamos llamar filosófico", y "les habla del Dios único, creador de todas las cosas, del orden providencial que rige el mundo y como es Dios quien dispensa, en la creación, todos los bienes a los hombres".
San Pablo, señaló el Prelado, "trata de asociar esa imagen del Dios único con Cristo a quien presenta como aquel hombre a quien Dios constituyó en Juez del Universo –Aquel que va a venir a clausurar la marcha de la Historia-".
"También nosotros, desde esta perspectiva, podemos aprovechar la difusión del mensaje cristiano en ciertos ambientes característicos de la cultura de hoy", afirmó Mons. Aguer.
El Arzobispo de La Plata recordó que el Apóstol enriqueció su encuentro con Cristo "con su reflexión, con su oración, con los dones contemplativos que recibió del Señor", y en sus cartas, "nos presenta una imagen grandiosa de Jesucristo como Cabeza de la Iglesia, centro y culminación de la creación entera".
Mons. Aguer aprovechó esta reflexión para invitar a los fieles a leer las cartas de San Pablo, "invocando la ayuda del Espíritu Santo para acercarnos a esa escritura del Nuevo Testamento a la cual el Apóstol aportó con tanta riqueza poniendo a nuestra disposición los dones que recibió de Dios".